‘Arde’ Alcoa y la plantilla pide apoyo público que los reactive

Avisa la ministra de Industria: el grupo recibió 38 millones a cambio de mantener empleo
José Calviño

Primera hora, al filo de las ocho de la mañana del viernes. Abre el día y, en los accesos de la planta de Alcoa San Cibrao, en Cervo, comienzan a arder los neumáticos y pequeñas barricadas. Son poco más de una veintena de trabajadores, como muestran los vídeos montados por Correo TV ofrecidos en nuestra web, facilitados por Rebelión Aluminio. Es el inicio, se prende la mecha de las protestas el día después de que la multinacional estadounidense anunciase que inicia consultas informales para despedir a 534 operarios, el 47 % de la plantilla. Básicamente supondrá el cierre, de facto, de la planta de aluminio primario.

Dentro de las instalaciones, tocaban las asambleas para hablar del futuro, movilizaciones incluidas. El presidente del comité de empresa de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, pedía “a todos los partidos políticos y agentes sociales” apoyar la “intervención inmediata” de la planta por el Estado, siguiendo la línea marcada por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que aseguró que esta solución es plenamente constitucional.

Se reunía su comisión permanente y Zan apuntaba que para conocer el calendario de movilizaciones “habrá que esperar” al menos hasta la semana que viene, para con el avance de la desescalada, reactivar las protestas ya sin tantas restricciones que trajo el estado de alarma.

Anunció, sin embargo, que habrá “sorpresas” en los próximos días, porque los trabajadores están dispuestos a luchar hasta el final para defender sus empleos. El presidente del comité afirmó que la nacionalización de la planta de aluminio primario es “factible, es viable” y debería estar como “primera opción encima de la mesa” para tratar de salvar la fábrica y los 534 puestos de trabajo directos que podrían desaparecer con el cierre de la misma.

“La empresa es viable y vamos para que siga funcionando. No estamos para nada de acuerdo con lo que ha expuesto la empresa”, insistió José Antonio Zan.

También Victor Ledo, secretario xeral da Federación de Industria de CCOO de Galicia, rechazaba el cierre de la fábrica de aluminio primario, pues para el sindicato los casi mil empleos directos e indirectos que se pueden destruir con esta decisión ponen en riesgo la economía de la comarca de la Mariña lucense. Ledo hizo un llamamiento a la responsabilidad de la Xunta y del Ministerio de Industria en defensa del sector industrial gallego que garantice producción y empleo en la planta de Alcoa.

Por su parte, la CIG instaba ayer al Gobierno a derogar la reforma laboral y aprobar ya una tarifa industrial para evitar los despedos en San Cibrao, al tiempo que defendía también la intervención pública de la fábrica.

Por su parte, la ministra de Industria, Reyes Maroto, pedía de nuevo ayer a Alcoa “corresponsabilidad” y aseguraba que el Gobierno trabajará “de la mano de los sindicatos” para no perder capacidad productiva, tratando de que la Xunta se sume a este apoyo”. Y recordó a la compañía en la COPE que en los dos últimos años percibió 38 millones de euros condicionados a mantener el empleo. Si despide, se le van a reclamar de vuelta.