Avisa a los autónomos Feaga: llega un infierno

La Federación rechaza el sistema de cotización según ingresos, que hará pagar más a un tercio de estos profesionales // También pone el foco en el alud de subidas de impuestos que afrontan en plena crisis
Cotizaciones
José Calviño
Imagen de una gasolinera, donde por el futuro impuesto sobre el diésel, los autónomos ven un hachazo a sus economías: lo consideran el combustible del colectivo. Foto: S.R.

La Federación de Autónomos de Galicia (Feaga) avisó en un comunicado que llegan “malos tiempos” para su colectivo. En un comunicado que titular de forma clarificadora ‘El infierno que viene’, añade a la crisis sanitaria y su coste en vidas la recesión económica “motivada por las decisiones políticas en forma de limitaciones y restricciones a la movilidad y actividad”.

Pero “ahora el Gobierno prepara un nuevo sablazo al bolsillo de los autónomos, con el anuncio de un sistema de cotización al RETA en función de los ingresos, y que hará que más de un millón, una tercera parte del total, que ganan de 20.000 y 30.000 euros al año y verán incrementada su cotización, de manera obligatoria”.

A ello suman los anuncios de planes de control específicos sobre la actividad de los profesionales por cuenta propia, “supuestamente para prevenir el fraude, el Gobierno considera a los autónomos, defraudadores, que pretenden convertir a asociaciones, gestorías, colegios profesionales y demás en chivatos de la Administración, de manera que un asesor empresarial pasará a ser un asesor gubernamental, pero pagado por la empresa”.

Añade Feaga “la subida de la luz; el impuesto al diésel, combustible de los autónomos; el aumento del IVA de las bebidas azucaradas o de los plásticos; la eliminación de las bonificaciones de los planes de pensiones privados; la posible eliminación de la deducción por tributación conjunta en el IRPF; la subida del IRPF, Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, del Impuesto sobre las primas de seguros, la tasa Tobin, la tasa Google, la implantación de un peaje para circular por autovías y carreteras... en fin, suma y sigue”.

Es por ello que sostienen que “un auténtico infierno se avecina sobre las empresas y los autónomos que todavía resistimos a la crisis, de manera heroica y gracias al colchón de los ERTE y, en algunos casos, de la prestación por cese de actividad, que además obliga a los beneficiarios a continuar de alta. Todo ello, mientras seguimos esperando las ayudas directas tantas veces prometidas y qué de momento, brillan por su ausencia”.

La próxima aprobación de un sistema de cotización por ingresos “es la puntilla final a un proceso que viene de años atrás. La imposición como obligatorias de la cotización por las contingencias profesionales (accidente de trabajo y enfermedad profesional); la posterior obligación de cotizar por el cese de actividad o paro de los autónomos son hitos de un proceso de desnaturalización que comenzó en 2007, con la promulgación de la Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo. Algo que ha continuado mediante la paulatina obligatoriedad de contratar nuevas prestaciones con la Seguridad Social, con las consiguientes subidas de las bases de cotización mínimas y por tanto, de las cuotas sociales, que merman la capacidad económica del colectivo, ya que tiene que pagar al Estado una cantidad cada vez mayor, quiera o no”. Denuncia Feaga que, además, !se ha restringido la libertad de los Autónomos para escoger la base de cotización entre la mínima y la máxima, atendiendo a criterios de edad (mayores de 47 años) o la forma jurídica (autónomo societario); también se ha convertido, ley de riders mediante, a miles de autónomos en asalariados, obligándoles a ser empleados, paso inmediatamente anterior a ser enviados al paro”.

Por eso consideran a la cotización por ingresos como “una vuelta más de tuerca en el proceso de eliminación de la libertad de tomar decisiones y autogestionarse que caracteriza a los autónomos, que se ven obligados por ley a contratar todas esas nuevas coberturas con la Seguridad Social, aumentando los pagos y eliminando recursos que podría emplear libremente, por ejemplo, en planes de pensiones, en seguros privados con menor coste u otro tipo de inversiones productivas”.

Ante esta situación, considera Feaga que “el Régimen de Autónomos desaparecerá irremediablemente en breve plazo, al menos en su espíritu, que no era otro que dotar de libertad a unos profesionales que se sienten libres e independientes y que son, además de mayores de edad, capaces e inteligentes para decidir el mejor empleo que han de dar a los recursos que ellos mismos generan. Un régimen para tiempos de libertad, qué además fomentaba la responsabilidad y el ahorro, desaparecerá para ser sustituido por un apéndice del Régimen General, donde el autónomo es tratado como un menor de edad o un incapacitado mental y en el que todo se lo queda el Estado, que reparte las migajas. Eso sí, por su bien”.

Ante esta situación, Feaga expresa su “más enérgico rechazo a todas las medidas que se vienen implementando y las que se anuncian y que, si no lo remediamos, van a provocar, en primer lugar, el aumento de la economía sumergida y, en segundo lugar, la pérdida de miles y miles de autónomos, que arderán en el infierno que se anuncia”.