Cae una nueva parte del viaducto de la A-6 y el Gobierno estudia demoler los restos

El desplome deja el puente de O Castro, situado entre Galicia y León, colgando sobre tres pilares
Derrumbe
Redacción
Imagen del nuevo derrumbe registrado ayer en el viaducto de O Castro, en la A-6. Foto: R. A.

El viaducto de la A-6 dio otro susto este jueves en el ayuntamiento leonés de Vega de Valcarce, en el límite entre León y Galicia, tras sufrir un nuevo derrumbe después del que se registró este 7 de junio y afectó a un tramo de 50 metros. A media tarde de ayer, sobre las 18.50 horas, otro trecho de medidas similares al que ya cayó la semana pasada se vino abajo en el puente de O Castro. Se trata de un vano que no estaba pegado al derruido, sino a uno que ha quedado en el medio, todavía en pie y sobre tres pilares que están afectados.

En este contexto, fuentes del Ministerio de Transportes indicaron que en el momento del suceso no se encontraba ninguna persona en la zona (por lo que no hay heridos) y, tras ello, se movilizaron a las inmediaciones diferentes efectivos del personal de mantenimiento de Carreteras. Asimismo, aseguraron, que la hipótesis de trabajo actual pasa por la “demolición completa”.

De momento, todavía están a la espera de los informes de técnicos que están sobre el terreno. Y es que como también avanzaron ayer desde la Subdelegación del Gobierno, aún no se evaluaron los daños.

En un área cercana a la del derrumbe estaban ayer diferentes ediles del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que presenciaron desde la distancia la caída. Entre ellos se encontraba el teniente de alcalde de Lugo, Rubén Arroxo, que llegó hasta el punto de este nuevo derrumbe unos minutos después del desplome.

LOS PROBLEMAS “ADICIONALES” QUE NO FUERON DETECTADOS. Cabe recordar que al día siguiente del primer desplome visitó la zona el director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Javier Herrero, que explicó que los trabajos de rehabilitación pautados en la estructura se hicieron correctamente, pero que podría haber “problemas adicionales” que no fueron detectados.

Al respecto, Herrero precisó que se hizo “una revisión profunda” de toda la infraestructura y “a mediados del año pasado, un poco después del verano”, los técnicos detectaron que “había un fenómeno de corrosión importante” en los cables de tensado que soportan la estructura, formada por vanos que trabajan de forma independiente.