Casi un 90 % de los gallegos vincula la violencia de género a problemas de salud mental

Un nuevo paso hacia la igualdad en Galicia, estrechamente relacionado con la concienciación sobre la violencia de género en nuestra sociedad, puede extraerse de la última macroencuesta realizada por la Xunta, cuyos resultados indican que ocho de cada 10 gallegos ven este tipo de agresiones como un gran problema que nos compromete a todos: una lacra que cada vez menos personas toleran.

La conselleira de Emprego e Igualdade, María Jesús Lorenzana, presentó ayer el estudio Percepción da Sociedade Galega sobre a Violencia de Xénero en Santiago, destacando este porcentaje y evidenciando que la mejor política para continuar luchando contra este conflicto reside en prevenir, concienciar y sensibilizar a la ciudadanía. Según refleja este informe, ello sigue dando buenos resultados.

La cifra contrasta con la obtenida durante el anterior estudio efectuado al respecto. En 2012, cuando se llevó a cabo aquel sondeo, tan sólo el 70,4% de la población confirmaba este pensamiento, casi 10 puntos porcentuales menos que en este caso.

La responsable del Ejecutivo gallego en materia de paridad garantizó que la Administración autonómica continuará desarrollando distintas medidas para desmontar roles, ideas y estereotipos que todavía permanecen presentes como consecuencia de las agresiones machistas.

“As mulleres que sofren este tipo de violencia en Galicia deben saber que non están soas, que existen recursos públicos e unha rede de profesionais que poden axudalas a atopar unha saída”, manifestó María Jesús Lorenzana.

La macroencuesta, que se encuadra dentro del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, incluye entre sus ejes de actuación la necesidad de profundizar sobre el conocimiento de esta problemática, siendo este un instrumento vital para poder confrontarla.

En este sentido, el sondeo efectuado contiene tres secciones significativamente diferenciadas: violencia de género, sexual (dentro de la primera) y las agresiones de esta índole en el confinamiento por la pandemia del covid-19.

MENOS EDAD, PERO MÁS PERCEPCIÓN. Según el estudio, la violencia de género se percibe en mayor proporción como un problema social a medida que la edad disminuye. Así confirmaron esta hipótesis el 97,4% de las personas encuestadas. Del mismo modo, los delitos vinculados a estas agresiones considerados “más graves” comprenden el acoso sexual en el trabajo, la violencia hacia la mujer en la pareja y las violaciones.

Otro dato de especial relevancia, que según la conselleira sirve para pensar, es que el 20 % de los encuestados consideran actos leves, por ejemplo, revisar el teléfono de su compañera sentimental, pedirle que se cambie de vestimenta o evitar que quede con sus amistades cercanas.

De igual forma, la ciudadanía opina en un 88,3 % de los casos que la violencia de género se puede erradicar; y el 56,9 % mantiene que se puede evitar con un cambio generalizado de valores. Por otro lado, un 31,4 % piensa que debe combatirse mejorando la prevención y protección.

Asimismo, los principales factores que motivan esta clase de agresión, conforme indicaron las personas encuestadas, son problemas psicológicos o mentales de los atacantes (88 %), los sexismos y los machismos (87 %) y el exceso en el consumo de drogas por parte de quien ejerce este tipo de maltratos (86,9 %).

A juicio de Lorenzana, estos resultados prueban la necesidad de seguir reforzando medidas que sirvan para concienciar, desmontando así los estereotipos y creencias falsas en torno a los agresores.

Entre más conclusiones, el informe también señala que un 85,2 % de la población (cinco de cada seis personas) denunciarían un caso de violencia de género si tuviesen conocimiento al respecto. Otro dato que mejora este año.

ÁMBITO SEXUAL. El 80 % de los encuestados creen que el origen de las violaciones y demás agresiones sexuales son producto del machismo, problemas psicológicos y mentales, así como la falta de autocontrol y el abuso de alcohol y otros estupefacientes.

Entre sus motivos también destacan la deficiente educación sexual entre la juventud (78,4 %) y el incremento en el consumo de material pornográfico (67,1 %). Además, el estudio refleja que los hombres identifican (en mayor proporción) conflictos vinculados a la personalidad del agresor.

CONFINAMIENTO. Dentro del último bloque, referido a la violencia durante el confinamiento originado por la covid, el 65,5 % de las personas que participaron en el sondeo piensan que esta subió, justificándolo por una mayor convivencia con el agresor y un aislamiento que pudo dificultar a la víctima pedir auxilio.