Cirujanos, anestesiólogos y pacientes reclaman aumentar las cirugías un 30% tras un año centrado en la COVID

El coronavirus retrasó 19 días más las intervenciones en los quirófanos gallegos // La media de espera para operarse fue de 72,9 jornadas en 2020, según el Sergas
Cirugía
Jorge Garnelo
Varias profesionales sanitarios se preparan en un curso de cirugía robótica en el Hospital Vithas (Vigo). Foto: E. Press

Cirujanos, anestesiólogos y pacientes exigen aumentar un 30% las cirugías en nuestro país, potenciando el ritmo de pruebas diagnósticas e incrementando las ucis quirúrgicas, con el propósito de garantizar la asistencia sanitaria que se llevó el virus. Mediante “Os Cuidamos-Quirófanos Seguro”, pretenden que ningún español se quede fuera del Sistema Nacional de Salud. Solo en Galicia, la pandemia añadió 19 días más de espera en las intervenciones de 2020 respecto al 2019, sumándose más de 100 jornadas de retraso en las pruebas diagnósticas de algunas especialidades.

En nuestra comunidad, según la última actualización del Sergas, difundida en diciembre de 2020, el tiempo medio de espera en las listas quirúrgicas fue de 72,9 días. Mientras tanto, en el mismo periodo de 2019 fue de 53,9 jornadas, es decir, los gallegos que iban a ser intervenidos tardaron 19 días más en operarse.

Por áreas sanitarias, Ferrol fue en la que más se tardó durante el pasado año (con un promedio de espera de 79,8 días), continuada por las de Lugo (79,2) y A Coruña (77,6). Menos tiempo esperaron los pacientes de los distritos del sur, tal como el de Pontevedra (73,7 jornadas), Ourense (66,4) y Vigo (66,3), uniéndose a ellos la demarcación de Santiago (72 días) como la excepción que confirma la regla.

Asimismo, en cuanto a las esperas relativas a las pruebas diagnósticas, las pruebas de mayor tiempo de espera por especialidades fueron la ecocardiografía (163,9 jornadas de media, cuando para el periodo anterior habían sido 60,3 jornadas); el rastreo gammagráfico (55,3 días de media, cuando en diciembre de 2019 eran 22,1); la endoscopia digestiva (158,3 frente a los anteriores 124,7); la electroneurografía (138,7 frente a los 56,5); y los estudios otorrinolaringológicos (315,7 jornadas de promedio en comparación a las 90 del año previo).

La tónica se extiende por todo el territorio nacional. Por ello, la Asociación Española de Cirujanos (AEC), la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar) y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, junto a Medtronic, alertan sobre el pandémico efecto hacia las “víctimas invisibles”: numerosos pacientes no-COVID, entre ellos los que precisan intervenciones para recuperarse, que han visto como esas y sus diagnósticos se han pospuesto con motivo de la epidemia mundial.

Así pues, piden que el número de cirugías crezca un 30%, un hecho más que necesario según los datos sustraídos de diversos hospitales nacionales. Del mismo modo, requieren que se reanude el ritmo de las valoraciones médicas sobre las demás patologías.

Para consolidar el primer punto, los especialistas remarcan que será importante crear protocolos específicos, así como habilitar más salas de reanimación post quirúrgica, camas y sanitarios, desde anestesiólogos y cirujanos hasta personal de enfermería. Respecto al segundo, consideran vital dotar de recursos a la medicina primaria, puesto que es el punto de partida para el diagnóstico de los pacientes.

LOS PACIENTES NO COVID TAMBIÉN SUFRIERON LA PANDEMIA.

Desde la AEC y la SEDAR, destacan que en diferentes hospitales nacionales de referencia, ubicados en diversas comunidades autónomas, el coronavirus trajo consigo un sustancial bajón de las cirugías vinculadas al aparato cardiovascular o al digestivo, entre otras, disminuyendo un 30% en 2020. En algunas zonas, incluso hasta la mitad.

Además, según expone la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, la pandemia ha incrementado el retraso diagnóstico, especialmente por la ausencia de seguimiento, pronunciándose en pruebas endoscópicas como las colonoscopias, cuya actividad cayó un 36% frente al 2019. Asimismo, se han visto trastocadas las gastroscopias (un 16% menos). En paralelo, ascendió la tasa de dolencias como la apendicitis (un 14% más respecto al pasado período) o los adenomas de riesgo elevado.

En este sentido, el déficit en la atención sanitaria se pronunció sobre todo en los primeros meses de pandemia, cuando el 69% de los enfermos crónicos vieron como las citas que tenían programadas previa pandemia fueron pospuestas. Con ello, obtuvieron sus diagnósticos más tarde que pronto. Por su parte, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) estiman que dos de cada diez pacientes oncológicos no supieron qué padecían exactamente por la crisis del coronavirus.

UNO DE CADA TRES LLEVA ESPERANDO MÁS DE SEIS MESES. “Desde que se inició la pandemia, hemos identificado entre un 30-40% de disminución de la actividad quirúrgica en varios hospitales españoles de diferentes comunidades, que debemos recuperar”, indica Salvador Morales-Conde, presidente de la AEC, quien dice que “no es tan determinante el número de pacientes en lista de espera”, que evidentemente preocupa, sino “el tipo de pacientes, la patología de los que están en esa lista de espera y el tiempo que llevan en ella”.

Ante esta tónica, otro informe desarrollado por la Secretaría General de Salud Digital, Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud revela que al menos una de cada tres personas (más del 33%) que aguardan en estos momentos por su intervención acumulan más de seis meses en la lista de espera: con una media que excede las 170 jornadas. Pero esto no es todo, en algunas regiones llegan a rebasar el año.

Por ello, Javier García, presidente de la SEDAR, expone “la necesidad de aumentar los recursos dedicados a los pacientes no COVID (oncológicos, cardíacos o vasculares), que siguen existiendo y cuyo diagnóstico precoz y tratamiento, en muchos casos quirúrgico, es fundamental para aumentar su supervivencia”.

HASTA 45 SEMANAS PARA RECUPERARNOS. Al mismo tiempo, los especialistas (bajo la iniciativa “Os Cuidamos”) destacan que, de retomarse la actividad en los quirófanos, tras subir el número de cirugías entre un 20 y un 30%, aún pasarían 45 semanas hasta recuperar la actividad que se perdió con la llegada del coronavirus. Solo durante el pico, un total de 28 millones fueron canceladas en todo el planeta.

“Estos datos ponen de relevancia que el SNS no ha sido capaz de mantener la atención a las personas con una patología previa, con la consiguiente sobrecarga que esto ya está generando y generará en los próximos meses, además del impacto que tiene en la salud de las personas”, concluye por su parte Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.