Con incertidumbre y pesimismo afronta el sector alimentario las fiestas navideñas

¿Se ajusta a la realidad la sensación que se está transmitiendo, y que muchos captan, de que vienen tiempos complicados? Para la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) no hay dudas y cree que la economía española podría entrar en recesión técnica (es decir, dos trimestres consecutivos con caídas del PIB) entre finales de este año y principios del próximo. el Gobierno, por contra, está convencido que nuestra economía crecerá más de lo previsto mientras que los ciudadanos empiezan a ahorrar y a tirar de los ahorros.

Una atalaya preferente la tienen los responsables de las grandes empresas de consumo alimentario de nuestro país. La Patronal que las reúne clasuró ayer su congreso en Santiago y lo hizo lanzando un mensaje de alerta ante lo que viene que se puede resumir con las declaraciones que siguen.

La Navidad, clave para la industria y el comercio alimentarios, está a la vuelta de la esquina, una campaña que el sector del gran consumo afronta entre la incertidumbre y el pesimismo como consecuencia de la subida de precios que ya se deja notar en los hábitos de los ciudadanos. Después de un verano en el que se ha vivido el efecto Carpe Diem al ser el primero pospandemia y sin restricciones sanitarias, los portavoces del sector presentes estos días en el Congreso de Gran consumo -alimentación e higiene- de la patronal Aecoc han coincidido en dibujar un escenario pesimista para los próximos meses. “La palabra clave es la incertidumbre que dificulta y mucho hacer una previsión” subrayó el rector general de la Industria de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo.

Sin embargo, los índices de confianza del consumidor y los generales “nos llevan, por desgracia, a pensar en una mala Navidad”, ha vaticinado, pues “la falta de confianza en que la economía vaya bien va a hacer retroceder el consumo”, insistió García de Quevedo.

En la misma línea se ha expresado el presidente de la Asociación de distribuidores y fabricantes Aecoc y consejero delegado (CEO) de Nueva Pescanova, Ignacio González.

“La hostelería lo hará bien en Navidad” ha enfatizado González en rueda de prensa, sobre todo en comparación con el pasado año en el que la explosión de la variante ómicron causó una importante caída de las reservas. Sin embargo, lo que ocurra en el supermercado es “una gran incertidumbre”, pues de momento ya se han apreciado caídas de consumo y los productos de precios más elevados, muchos asociados a estas fechas navideñas, “están siendo penalizados”, ha advertido.

En este punto ha señalado que la subida de precios está haciendo “que se compre menos y más barato” en un momento de incertidumbre con gente con problemas para llenar la cesta de a compra, ante el que se muestra “moderadamente pesimista”.

Por su parte, el presidente de la Corporación Hijos de Rivera (Estrella Galicia), Ignacio Rivera, señaló que el consumidor español sigue con la “mentalidad pospandemia” y con “ganas de Navidad” tras la frustrada del año pasado, si bien dará pie a “un año complicado”.

CÓMO PARAR LA ESCALADA DE PRECIOS. Por el momento, los últimos datos de inflación referidos al Índice de Precios al Consumo (IPC) de septiembre reflejan una subida del 14 % de los precios de los alimentos básicos, tras meses de escalada en una tendencia que según el sector se prolonga más de lo que estaba previsto. Como una situación “crítica” y de “círculo vicioso” definen desde la patronal de la industria alimentaria el escenario actual ante el que insisten en medidas como la bajada de impuestos o deflactar el IRPF.

Así, García de Quevedo ha recordado que en otros procesos inflacionarios ya se ha visto como las políticas fiscales expansivas o el incremento de salarios indexados a la inflación ha provocado que la inflación “se cronifique”.

En palabras del presidente de Aecoc, Ignacio González, de seguir por este senda se corre el riesgo de entrar en una rueda inflacionista “muy peligrosa” similar a la de países de Latino América.

UNAS PERSPECTIVAS NADA HALAGÜEÑAS. El 34 % de las empresas de gran consumo considera que sus resultados al cierre de 2022 serán peores que los del ejercicio anterior, frente al 44 % que se mantiene optimista “a pesar de las dificultades” y el 13 % que espera “cerrar en plano si no hay sorpresas”.

Esta es una de las conclusiones del estudio realizado por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) y en el que han participado los asistentes al Congreso de Gran Consumo que se ha celebrado en Santiago de Compostela, con más de un millar de inscritos, entre los que se encontraba algunos de los más importantes del sector..

Ante el escenario inflacionista, con subidas de los precios de los alimentos por encima del 14 % en septiembre, el 40 % ha optado por intensificar los planes de eficiencia interna y de ahorro y un porcentaje bastante similar, del 37 %, ha elegido absorber parte de los costes extras y reducir márgenes, según este mismo estudio. En cuanto al impacto en el consumo de esta subida de precios, el 44 % de los encuestados ha señalado que su principal preocupación son los cambios de consumo provocados por la menor renta disponible de los hogares mientras que para un 26 % la pérdida de poder adquisitivo de la clase media es su mayor desafío.

La reducción del IVA de los alimentos básicos es la alternativa más elegida como fórmula para actuar frente a esta inflación, una idea que ha votado como la más efectiva el 39 % de los encuestados.

Que continúe el incremento de costes de los insumos es lo que más inquieta en los planes a corto y medio plazo del 73 % de los empresarios, señala el estudio en el que tres de cada cuatro encuestados ha contestado que mantiene una actitud positiva. En cuestiones de empleo, el 73 % cree que la actual situación económica y las políticas de empleo ponen en riesgo la creación de puestos de trabajo por parte de sus entidades y el 67 % cree que tendrá dificultades para encontrar trabajadores para incorporar.

En su intervención final ante el auditorio, el presidente de Aecoc, Ignacio González, ha insistido en que el sector del gran consumo supone el 25 % del PIB y da empleo a 4,5 millones de personas.

Ha reivindicado, en nombre de sus socios, sus derecho “a ser escuchados y considerados”, y ha animado a los asistentes a extender el mensaje de que “no son los culpables de la inflación, sino la víctima”.