Cortizo destina 51 millones a transformar Padrón en la meca europea de los perfiles de PVC

Generará 145 empleos al triplicar la capacidad de producción de la fábrica del polígono de Picusa y en una nueva planta de reciclaje // Tras liderar el mercado ibérico, se lanzan a la conquista del Viejo Continente
Inversión
José Calviño
Fotomontaje con la ampliación de la fábrica de perfiles de PVC del grupo Cortizo en el polígono padronés de Picusa. Foto: Cortizo

Cortizo suma y sigue en su intención de hacer de Padrón el HUB o centro neurálgico europeo en perfilería de ventanas. Tras solventar el ejercicio de la pandemia con crecimientos de ventas del 3,8 % en aluminio y 22,6 % en PVC, el grupo congregó a los medios para anunciar que destina 51 millones, dentro de su Plan de expansión y sostenibilidad 2021-2025, con el objetivo de transformar Padrón en la meca europea de los perfiles de cloruro de polivinilo (PVC) para ventanas, como ya lo es en el mundo de la metalurgia aplicada al sector de la construcción y la industria. Una estrategia sustentada en fondos propios, sin de entrada recabar ayudas públicas –ni siquiera de los tan de moda fondos Next Generation– que le permitirá crear 145 nuevos puestos de trabajo directos en su lugar de origen, principal núcleo productivo y donde se ubican los cuarteles generales y en el futuro lo estará también su campus tecnológico y gran centro de I+D+i.

Presentaron este novedoso y ambicioso proyecto el director general de arquitectura del grupo, Daniel Lainz, y el gerente de Cortizo PVC, Estanislao Suárez. Una iniciativa cuyo objetivo es convertir a la firma gallega “en la más importante del sector en Europa” después de haber conseguido liderar el mercado ibérico en sólo siete años. En 2014, cuando se montó la factoría inicial, que pretendía replicar el éxito de la perfilería de aluminio y aprovechar las economías de escala, las redes de distribución, los clientes ya existentes y otras sinergias, eran 24 los trabajadores y se vendió producto por un millón de euros; el año pasado sumaron 26 nuevos puestos, hasta los 134 operarios, y facturaron 34,3 millones de euros, con crecimientos de doble dígito durante todos los ejercicios.

Ahora ampliarán la fábrica ubicada en el polígono de Picusa con 21.000 metros cuadrados extra y 30 nuevas extrusoras. Cuantan hoy con 15.000 metros y 15 de estas máquinas, capaces de producir 20.000 toneladas al año. Detalló Suárez que tras la ampliación se triplicarán a sesenta mil. “Las seis primeras nuevas extrusoras entrarán en funcionamiento en el primer trimestre de 2022, y el resto de forma progresiva en los próximos dos años”, apuntó. Se acompasarán al aumento de la demanda. Se añadirán 21 silos de almacenaje de resina a los 7 existentes y aquí se concentrarán 130 de los 145 nuevos empleos del plan y 41 millones de la inversión.

El objetivo de esta apuesta es “impulsar la internacionalización” también en PVC, siguiendo la estela del aluminio, como ya hicieron con éxito en la península. Daniel Lainz situó a Francia y a Bélgica como objetivos inmediatos de las exportaciones, aunque reconoció que ya en 2020 hubo ventas no sólo a tierras belgas –allí llevan presentes 35 años, y sus distribuidores acumulan ya una segunda generación–, también a Croacia, México o Costa Rica.

Los restantes quince nuevos puestos de trabajo y diez millones de inversión se irán a una nueva planta para el reciclaje de PVC de unas diez mil toneladas anuales de capacidad en el Polígono de Pazos. Este que convertirá a la compañía gallega en la primera que reutiliza tanto este cloruro de polivinilo como el aluminio, donde recicla este material desde hace más de tres décadas en sus fundiciones de Padrón y de Mieres. “La economía circular no es un gasto, es un beneficio”, apuntaba Lainz, que recordaba que el PVC puede ser reutilizado al menos en diez ocasiones sin mermas de propiedades, y mucho más allá si es tratado adecuadamente y para los usos adecuados. Por cada kilo que se recicle, se ahorrarán dos en emisiones de CO2 a la atmósfera. “Esta iniciativa consagrará a Cortizo como la marca más sostenible del sector”, resalta la compañía, que además se surte de la resina con la que fabrica el PVC de proveedores responsables con el medio ambiente.

Evolución del negocio

En los cinco primeros meses de este año el director general de arquitectura de la compañía reconoció que están registrando crecimientos que llegan a ser del 60 %, aunque apuntó que en la comparativa entra casi un mes y medio de parón por el confinamiento, que afectó a todo el sector. Como empresa auxiliar del sector de la construcción, dijo, “estamos asistiendo a una recuperación fuerte y acompasada por zonas, con crecimientos en todos los países donde estamos presentes”, alegó. También reconoció que pasado el mal trago y superada la zozobra e incertidumbre inicial que acompañó a la COVID, Cortizo reactivó a buen ritmo sus inversiones y planes. En su renovada apuesta por el PVC ya han movilizado nueve millones de euros. El grupo facturó más de setecientos millones de euros en año pasado.