Ecologistas aprecian que se dispara el consumo de gas por el cierre de las térmicas de carbón

La producción eléctrica en las centrales de ciclos combinados que queman este combustible vive un ‘boom’ del 173 % entre 2018 y 2020
Descarbonización
Redacción ECG
Gráfico de Ecologistas en Acción con la evolución del consumo de gas en Galicia

El cierre de las centrales térmicas de carbón en Galicia conllevó un aumento del consumo de gas, según la organización Ecologistas en Acción, que advierte de que ese combustible es también fósil y, por ello, contribuye al cambio climático. En un comunicado, Ecologistas en Acción denuncia que, “en contra de lo que pretende hacer creer el sector gasístico, el gas fósil no es un combustible limpio”. Según sus cálculos, el consumo de gas fósil aumentó en 62 % de 2015 a 2019 en Galicia, donde la firma Reganosa dispone de una planta en la ría de Ferrol en la que la Xunta dispone de 24,3 % del capital.

“La necesaria caída de la producción de las centrales térmicas de carbón y el atraso en el desarrollo de energías renovables están favoreciendo el aumento del consumo de gas fósil en Galicia”, dice el grupo. Éste es importado “a través de la red de gasoductos del Estado y, sobre todo, de la planta regasificadora de Reganosa en Mugardos, incomprensiblemente localizada en el interior de la ría de Ferrol. El sobredimensionamiento de la infraestructura gasística y el afán por rentabilizarla son un obstáculo evidente para la transición energética rápida y justa que necesitamos ante la emergencia climática”, declara Xosé Veiras, portavoz de los ecologistas.

Según el más reciente Balance enerxético de Galicia, con datos para 2019, casi la mitad del gas fósil consumido en la comunidad se usa en calderas para generar calor. El resto se quema en las centrales de ciclo combinado de Sabón (Naturgy) y de As Pontes (Endesa), además de las más en 40 centrales de cogeración que producen electricidad y calor para sus industrias. Es por ello que los ecologistas advierten de que el aumento de consumo de gas en las centrales de ciclo combinado y, en mucha menor medida, en el calor para los domicilios, está disparando la demanda de gas en Galicia.

Paralelamente al descenso abrupto de la producción eléctrica en las centrales de carbón, la de los ciclos combinados se incrementó un 173 % entre 2018 y 2020. Este incremento tendría sido aún mucho mayor, argumentan desde Ecologistas en Acción, si no hubiese disminuido el consumo eléctrico por causa de la COVID-19 y de haber aumentado un 7 % la generación renovable.