El BNG reivindica las mujeres en una pandemia que amplió su precariedad

Ana Pontón afirmó que los aplausos a las enfermeras, empleadas de residencias, limpiadoras o cajeras que pusieron en riesgo su salud no se tradujeron en mejorar sus condiciones laborales
Día de la Mujer
Elena Piñón
Ana Pontón coloca el pañuelo del Día de la Mujer a la estatua de las dos Marías. Foto: X. Rey

El BNG celebró este domingo un sencillo acto con motivo del 8 de marzo para reivindicar a “todas las mujeres imprescindibles” durante el duro año de la pandemia del coronavirus, porque no supuso “una mejora” de sus condiciones laborales, sino una mayor “precariedad”.

Así lo aseveró la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, durante esta celebración que tuvo lugar en la Alameda de Santiago de Compostela, junto a la estatua de las dos Marías, y en la que participaron una decena de mujeres de la formación nacionalista portando los pañuelos de color morado.

En este contexto, Pontón destacó el trabajo de sectores feminizados como son las cajeras de los supermercados, las enfermeras, las limpiadoras y las empleadas de las residencias, que pusieron “en riesgo su salud” durante la pandemia.

“Como portavoz nacional del BNG, pero sobre todo como mujer, reivindico darles visibilidad y denunciar que un año después los aplausos a estas mujeres no tuvieron como respuesta una mejora de las condiciones laborales”, proclamó.

Según la líder nacionalista, los distintos gobiernos que están al frente de las administraciones central y autonómica “no han hecho nada” en esta línea, sino que la crisis sanitaria ha servido como “coartada para congelar los derechos” ya conquistados.

Un ejemplo “muy claro”, dijo, es que en “ocho de cada diez” puestos de trabajo destruidos se correspondieron con mujeres y que hubo “miles” que perdieron su empleo para volver al hogar a ejercer labores de cuidados.

Por eso, Pontón ve con “indignación y asombro la campaña orquestada por la derecha –PP– y la extrema derecha –Vox–”, que “cuestionan” el derecho de las mujeres a poder manifestarse por este día 8 de marzo.

ACTOS “CON TODAS LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD” De hecho, la portavoz nacional del BNG negó que las movilizaciones de este año vayan a ser “masivas”, sino que habrá simplemente “actos reivindicativos que cuentan con todas las medidas de seguridad”. “Como ya hicimos el 25-N”, aseguró, en referencia al Día contra la Violencia Machista, que se celebra el 25 de noviembre.

Pontón advirtió que no aceptará el mensaje de “hay que quedarse en casa”, ya que recordó que a lo largo de un año de la crisis sanitaria “hubo manifestaciones, concentraciones y movilizaciones de todo tipo sin que nadie cuestione este derecho”. “Lo que se quiere criminalizar, en el fondo, es la lucha del 8-M”, ha apostillado la portavoz del Bloque.

Así, denunció que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, insiste en “abonar el terreno” al discurso de la extrema derecha al “culpabilizar a las mujeres” por las manifestaciones del 8 de marzo del año pasado, a pocos días de la declaración del primer estado de alarma.

Además, la líder de la oposición gallega dio su palabra a las mujeres de que no parará “ni un solo día para defender” sus derechos frente a un Gobierno de la Xunta que “no impulsó ni una sola medida” en este sentido a lo largo de los 12 años que lleva el presidente Feijóo al frente.

“A lo largo de estos 12 años vimos retrocesos y recortes de derechos”, aseguró, tras lo cual mencionó las subvenciones a centros escolares que segregan por sexos y el “intento de boicotear” la huelga del 8 de marzo.

No en vano, quiso recordar la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que dictaminó en la correspondiente al año 2018 que la Xunta puso unos servicios mínimos de un modo “malicioso” en distintos departamentos públicos.

Frente a esta “involución y boicot”, garantizó que el BNG trabajará “con más ansias que nunca” por los derechos de las mujeres a través de iniciativas como “un plan de empleo femenino y una ley gallega para poner fin a la brecha salarial”.

Junto a esto, comprometió un plan de cuidados, un servicio de escuelas infantiles “público” para niños de 0 a 3 años y un “aumento” de los presupuestos autonómicos para la lucha contra la violencia de género.