El BNG ve el 28-M una oportunidad para ampliar y asentar su proyecto

Los próximos comicios municipales previstos para el 28 de mayo son “una oportunidad” para “ampliar y asentar” el proyecto del BNG. Al menos, esta es la opinión expresada ayer por la líder de los nacionalistas gallegos, Ana Ponón, que ya calienta motores para la cita con las urnas.

Para conseguirlo, añadió, “es necesario hacer los deberes y hacerlos bien, con previsión y con organización, con generosidad y con amplitud de miras. Las municipales son una magnífica oportunidad para agrandar la base social del BNG, incrementar nuestra presencia en el territorio, integrar personas y colectivos para seguir construyendo, con inteligencia y con humildad, la gran casa común del amor a Galicia y de la defensa de sus intereses que es el BNG”.

En una jornada con representantes municipales sobre propuestas en relación al cambio climático y a la gestión de residuos, la portavoz del Bloque puso en valor que las elecciones de mayo son las primeras de un ciclo electoral “de largo recorrido”, por lo que la formación nacionalista debe trabajar para “agrandar” su base social y electoral.

Para Pontón, el BNG “sabe gobernar” y desde los ayuntamientos demuestra “la eficacia, la solvencia y la capacidad para mejorar la vida de las personas”. “Ese es el mejor aval con el que podemos presentarnos ante la ciudadanía en las elecciones municipales”, defendió.

Por eso, sostuvo que el próximo 28 de mayo saldrán “a por todas” y “sin ponerse límites” porque, ha proclamado, serán la fuerza política “que más suba” y que aumentará “más alcaldías, más concejales y más concejalas”.

Por otro lado, Pontón también hizo referencia a la situación de los precios y, en este sentido, criticó que la Xunta sea “insensible a los problemas de la gente del común” y esté “instalada en la rutina, sin proyecto y sin impulso político, incapaz de tomar ni una sola medida relevante para sacar Galicia adelante”.

De este modo, comprometió que el Bloque “seguirá presentando alternativas viables” para una salida “gallega y justa a la crisis”, con medidas como la recuperación de la tarjeta básica, la tarifa eléctrica gallega o propuestas para hacerle frente al incremento de precios del alquiler y de las hipotecas.

“Somos conscientes de las dificultades y de los grandes desafíos, pero nunca como ahora tuvimos tan claro que nuestro país necesita un cambio de rumbo. Desde el BNG vamos a seguir trabajando con rigor, con coherencia, con humildad, sabiendo que somos la esperanza de muchos gallegos para construir esa otra Galicia posible, ayuntamiento a ayuntamiento”, insistió.

DOS MODELOS DE GESTIÓN DE RESIDUOS. Por otra parte, en esta jornada de trabajo, celebrada en Ames, y a la que acudieron un centenar de cargos municipales de su partido, Pontón defendió que el BNG tiene una propuesta alternativa de gobierno que se observa en una cuestión como la gestión de los residuos y la lucha contra el cambio climático.

En este sentido, reivindicó el modelo de compostaje individual y colectivo que permite reciclar “una parte cada vez mayor de los residuos orgánicos”. Un modelo que, ha asegurado, está “en las antípodas de lo que ejecuta el PP desde la Xunta de la mano de Sogama”.

“En los últimos doce años, lo único que ha hecho el Ejecutivo del PP y Sogama ha sido incumplir su propio plan de residuos y la práctica totalidad de la normativa en vigor. Resultado: no se ha avanzado en la separación, no se ha avanzado en el compostaje y, por encima, obstaculizan las iniciativas que ejecutan los ayuntamientos del BNG que trabajan en un modelo alternativo y de futuro”, ha criticado.

Así, insistió en que el modelo del Bloque Nacionalista Galego tiene como base “minimizar, separar y reciclar” y puso como ejemplo el puesto en marcha en 2015 por los nacionalistas en la Diputación de Pontevedra bajo el nombre de ‘Plan Revitaliza’.

A esta iniciativa, continuó la nacionalista, se adhirieron “47 ayuntamientos de los 61 que tiene la provincia”, que cuentan con “una eficacia en el tratamiento de residuos única en el Estado”. “El nivel medio de separación de residuos es del 30%, casi tres veces más que la media gallega del 11%”, explicó.