El Foro Económico alerta de que el ‘tapón’ en el canal de Suez va a pasar factura a Galicia

La lenta vacunación lastrará la recuperación, avisan // Avalan la apuesta para captar fondos Next Generation gallega
Informe de Coyuntura
José Calviño
De izquierda a derecha José Francisco Armesto, Fernando González Laxe, Patricio Sánchez y Santiago Lago presentan el informe de coyuntura en Santiago. Foto: Efe/Lavandeira jr.

Cuenta la teoría del caos que cuando una mariposa bate sus alas en Pekín, se desata una tormenta en Nueva York. La económica se le parece, pues en un mundo globalizado –de ahí el impacto de la pandemia de la COVID– , que un megabuque como el Ever Given lleve encallado cuatro días en el canal de Suez, convirtiéndose en un tapón de la zona de paso por la que transita el 10 % de las mercancías totales –en especial el petróleo que llega a Europa–, “claro que afecta a Galicia”.

Este canal y el de Panamá, junto con los estrechos de Ormuz y de Malaca, son determinantes en el tránsito internacional de mercancías. Y España mueve en 85 % de su comercio exterior por mar. Por ello, Fernando González-Laxe apuntaba que cuando se produce un “colapso” en algunos de estos puntos neurálgicos, se afecta a “todas las cadenas globales de suministro”, de la energía al textil, pasando por el motor o los minerales. Tres días pueden ser cerca de 200 buques afectados, con una subida del crudo del 10 % que se acabará pagando en los surtidores de nuestra comunidad.

El incidente del Ever Given sirvió para que el coordinador del último informe de coyuntura del Foro Económico de Galicia, ex presidente también de la Xunta, pudiese poner en valor la parte final del informe, que aborda la situación de los puertos gallegos frente a los vecinos lusos, y donde se llega a la conclusión que el de Leixões les gana a los cinco gallegos. ¿Cómo mejorar la situación? Por la vía comercial, captando tráficos que luego se muevan en un radio de acción de unos 500 kilómetros de distancia, en el caso de los de nuestra comunidad hasta Valladolid.

En la presentación de ayer en la compostelana Praza de Cervantes, en el centro social Abanca, tanto González Laxe como Patricio Sánchez, Francisco Javier Armesto y el director del Foro, Santiago Lago, autores del informe, estaban como un niño con zapatos nuevos. “El 2020 es de los perfectos para explicar en clase la política económica, porque en un año tuvimos todos los escenarios”, aseguró Laxe. También y pese a la incertidumbre, asentía Sánchez, para redactar este informe.

En él, por un lado, se certifica que Galicia fue capaz de resistir mejor la crisis pandémica, dentro de la que fue la mayor caída del PIB que se recuerde. En la comunidad la contracción fue del 8,9 %, en s el conjunto de España más de dos puntos superior, del once por ciento. ¿Qué ayudo? Que aquí salimos un poco antes de las restricciones totales de marzo y abril; que el turismo tienen menos peso; que las exportaciones, pese a bajar, lo hicieron menos que las del conjunto estatal y aumentaron su peso... y que como en los años noventa, aquí volvemos a sufrir menos el golpe, pero nos recuperamos del mismo más lentamente.

Ahora toca efectuar “ajustes para los procesos de transición y de adaptación al nuevo mundo que va a nacer o que está naciendo”, recetaban Lago y Laxe, propiciando el auge de “sectores más eficientes que necesitan más incorporación tecnológica, tamaño y posicionamiento en los mercados”. Hace falta que Galicia aumente su “capacidad de resiliencia, de respuesta, de reacción”. Todavía se necesita mejorar, reiteran, en la política industrial.

Apuestan y avalan –porque contribuyeron a que saliesen adelante desde la comisión de expertos que asesoró a la Xunta que comandó Lago– por los proyectos “tractores” seleccionados por la Xunta para optar a las ayudas Next Generation de la reconstrucción frente a la COVID. Los ven en el buen camino. Aprecian, además, que tiene cabida en la comunidad una planta de baterías para la automoción, dado el peso (22,2 %) de la producción de la fábrica de Stellantis en Vigo y del ecosistema del motor gallego.

Sin embargo, hay un gran pero: la lentitud en el proceso de vacunación está contagiando a la recuperación económica. Si se acelera, se acercaría el mejor escenario vaticinado por el Foro, un crecimiento del 8 %; cuanto más, más cerca estará el pesimista, un avance del 4 %. En todo caso, no se lograría repuntar todo lo perdido en 2020.