El Idega de la USC avisa del golpe económico que trae la tercera ola

Los economistas lamentan que la pandemia truncó un lustro de recuperación // El impacto en el mercado laboral fue menor al que corresponde por la caída del PIB
Economía
José Calviño
Anticipa también el Idega que la pandemia acelera la reconversión del sector financiero gallego. Foto: Santi Alvite

No existe en toda España una publicación similar como la que, allá por 1986, decidió lanzar, entonces con apoyo de Caixa Galicia, un Instituto de Estudos e Desenvolvemento de Galicia (Idega) nacido en el seno de la USC una década antes. Treinta y cuatro ediciones consecutivas después, sin faltar a sus citas aunque con cierto retraso por la pandemia, veía a luz A Economía Galega. Informe 2019-2020, documento coordinado por el profesor de la universidad compostelana Alberto Meixide, uno de los progenitores de este longevo análisis.

Los economistas que elaboraron el estudio concluyen que la intensidad de la tercera ola de la COVID, junto con las demoras en el proceso de vacunación están provocando un nuevo ajuste a la baja en la mayoría de las previsiones de crecimiento para 2021. Venía el PIB gallego de crecer un 1,8 % en 2019, dos décimas menos que el conjunto de España, pero cinco más que en la Eurozona. A partir de marzo, la pandemia motivó un cambio radical, que llevó al Instituto Galego de Estatística (IGE) a estimar un cierre del año con una contracción económica del -9,7 %, para en el año en curso crecer un 8 %. Una estimación entre las más benévolas, la mayoría son mucho más pesimistas.

Detallan desde el Idega que el mix del confinamiento estricto –que tampoco apuestan por volvr a ver, como tantos otros economistas– para frenar la primera ola del coronavirus, junto con un modelo de crecimiento excesivamente dependiente del sector servicios, en particular turismo y hostelería, llevaron una histórica caída del PIB español del 17,8 % en el segundo trimestre de 2020, la mayor de la UE. La crisis actual puso fin a un período de recuperación económica, el comprendido entre los anos 2014 y 2019.

Si en 2019 todos los componentes de l demanda interna aportaron al producto interior bruto gallego, en 2020 la caída del consumo de los hogares y la inversión fue demoledora. Desde la óptica de la oferta, tras un 2019 irregular en los grandes sectores, el pasado ejercicio de pandemia provocó que la industria manufacturera fuese, en el segundo trimestre, el principal sector perjudicado por la crisis sanitaria, despeñándose su valor añadido bruto (VAB) un 29,6 %, seguido por la construcción (-19,6%) y los servicios (-16 %), con el sector primario como el menos damnificado. A lo largo del verano se limitó ese impacto.

En cuanto al mercado laboral, el avance sostenido de la ocupación entre 2015 y 2019, no fue suficiente, según el Idega, para recuperar el empleo previo a la crisis de 2008, pues 2020, ya de entrada, arrancaba con 106.000 ocupados menos y 32.000 parados más en Galicia que entonces. La pandemia lo empeoró todo, aunque el impacto en el mercado laboral fue muy inferior al que correspondería con la caída del PIB. La clave, según los economistas de la USC, está en los expedientes de regulación temporal de emprego (ERTE).