El narcosubmarino reparte 63 años de cárcel entre los implicados en tierra y mar

Los siete condenados deberán hacer frente a una multa milmillonaria tras colar más de 3.000 kilos de cocaína
Cocaína
Victoria Pardo
reflotación del narcosubmarino en el puerto de Aldán, en una imagen de archivo. Foto: M.Vázquez/E.Press

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) confirmó este martes la pena impuesta a los siete involucrados en el enorme operativo que en 2009 bañó de fariña la Ría de Aldán (Cangas): 63 años de cárcel reparte el narcosubmarino entre los implicados en tierra y mar.

Los tres tripulantes son los más castigados por la Audiencia de Pontevedra, al haber sido sentenciados a 11 años de prisión y al pago de dos multas de 300 millones por un delito contra la salud pública, agravado por la cantidad de droga (más de 3.000 kilos de cocaína) y el uso de esta embarcación (el primer semisumergible capturado en las costas europeas tras atravesar el Atlántico).

Se trata del vigués Agustín Álvarez, considerado por las autoridades como el patrón del narcosubmarino, y las dos personas que le acompañaron en su singladura a través del Atlántico, los ecuatorianos Luis Tomás Benítez Manzaba y Pedro Roberto Delgado Manzaba.

No obstante, los magistrados que llevan el caso también impusieron amplias penas para las cuatro personas que esperaban en tierra a los tripulantes y que, según los informes policiales, eran quienes iban a asistirles a su llegada a Galicia.

De este modo, el vigués Iago Serantes fue condenado a nueve años de prisión y al pago de sendas multas de 200 millones, mismo importe que deberán abonar los también gallegos Iago Rego, Enrique Carlos Serantes y Rodrigo Hermida, condenados a siete años de cárcel.

Para los dos hombres de nacionalidad ecuatoriana, la Audiencia de Pontevedra fijó en su sentencia el cumplimiento efectivo de ocho años de prisión, sustituyendo el resto de su pena por su expulsión de España, a la que no podrán volver en 10 años.

“PROBADO” QUE ACTUARON AL SERVICIO DE UNA ESTRUCTURA CRIMINAL. En su sentencia, el tribunal ve probado que los tres tripulantes del narcosubmarino actuaron al servicio de una estructura criminal internacional proveedora de estupefacientes para el transporte por vía marítima desde Brasil hasta Galicia de más de 3.000 kilos de cocaína: droga que habría alcanzado un valor de mercado ilícito superior a los 123 millones de euros.