El pan gallego con calidad protegida está desde este miércoles en 44 establecimientos

Alimentación
El Correo Gallego

Cuarenta y cuatro establecimientos de toda Galicia venden desde este miércoles pan gallego amparado por la Indicación Geográfica Protegida (IXP) creada por la Xunta para distinguir y conservar este producto típico de la gastronomía gallega. El acto de presentación de esta IXP ha tenido lugar hoy en Lalín (Pontevedra) y en él se han detallado las particularidades de este alimento, que deberá cumplir una serie de normas en cuanto a ingredientes, características, origen y forma de elaboración. De este modo, como mínimo un 25 % de las harinas utilizadas en su elaboración deberán proceder de trigos autóctonos y solo se permitirá completar la receta con agua, masa madre, sal común y, opcionalmente, levadura biológica. Asimismo, deberá presentarse únicamente bajo cuatro formatos (hogaza, bolla, rosca y barra) y, mientras que las piezas inferiores al kilo y medio se envasarán y etiquetarán como piezas enteras, las de mayor peso podrán ser cortadas en panadería, aunque siempre en presencia del cliente para poder asegurar su identificación; puesto que todos los panes llevarán una etiqueta numerada y con el logo de Pan Galego para garantizar su rastreabilidad.

Este sello acreditará que se cumplen todas las condiciones y ha sido otorgado a 14 panaderías, responsables de 44 establecimientos, que ya han superado todos los controles previos y las garantías de cumplimiento de los requisitos establecidos por la Xunta. El Gobierno gallego ha informado de que ya se están tramitando varias solicitudes de registro más, por lo que el número de puntos de venta de pan con IXP aumentará en breve. Actualmente, puede comprarse en las cuatro provincias gallegas, con puntos de venta en los siguientes lugares: Carral, Oleiros, Curtis, Cerceda, Mesía y Coristanco en A Coruña; Palas de Rei y Lugo en esta provincia; Vilanova de Arousa, A Estrada y dos panaderías de Vigo, en Pontevedra; y, finalmente, Allariz y San Cristovo de Cea en Ourense. EFE