El PP aprueba una lei de saúde que abre la puerta a la vacuna obligatoria

Con los votos en contra de toda la oposición, que no le encuentra ninguna medida sanitaria // La consideran “restrictiva y sancionadora”
Lei de Saúde Pública
Rosa Ríos

El Parlamento de Galicia aprobó este martes la lei de saúde gracias a la mayoría del PPdeG y con el rechazo frontal de los dos grupos de la oposición. La norma, una reforma de la del 8/2008 del 10 de julio, abre la puerta, entre otras cosas, a la vacunación obligatoria en los casos en que se produzca un “riesgo o daño muy grave para la salud de la población”, así como para la realización de pruebas diagnósticas o tratamientos.

Establece también multas de hasta 3.000 euros en el caso de las sanciones leves, 60.000 las graves y 600.000 las muy graves. Contempla asimismo infracciones por no usar la mascarilla, incumplir el aislamiento o la cuarentena y celebración de fiestas, además de establecer medidas que limiten la circulación o la movilidad y la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. También contempla la obligación de suministrar datos a la Administración, sobre todo las personas procedentes de otros lugares.

El diputado del PSdeG Julio Torrado calificó la reforma como un auténtico “disparate” que supone un “estado de excepción permanente que limita derechos y libertades constitucionales”. Aseguró que su grupo parlamentario estaba en contra “por convicción plena y por tres fundamentos inapelables: rigor, sensatez y defensa convencida y apasionada de la ciencia”. El socialista reclamó “ciencia, vacunas y personal sanitario frente a las multas, sanciones y amenazas de esta reforma”.

Considera que no soluciona nada y que es una herramienta de la derecha “más conservadora y más rancia para utilizar el miedo”.

Con respecto a la vacunación obligatoria, recordó que en Galicia no hay un problema de antivacunas y que las tasas de vacunación son buenas, además de que está en contra del criterio de todas las sociedades científicas y, además del Gobierno central, los presidentes de Italia, Reino Unido, Alemania o Francia. “Es como resolver los problemas de tráfico prohibiendo los coches”, zanjó.

El parlamentario reprochó que obligar a vacunar es el “paso más firme para alimentar el negacionismo” y fue muy tajante al asegurar que “a mí no me dice que coqueteo con el negacionismo nadie. Hay que ser tramposo”.

También la diputada del BNG Iria Carreira rechazó las acusaciones de ir a la par de los negacionistas –”a los que da alas el PP”– y coincidió con los socialistas en que lo que pone encima de la mesa la lei de saúde no son medidas sanitarias sino de carácter restrictivo y punitivo: “Resulta miserable que no aporte medidas sanitarias”. Las tachó, finalmente, de decisiones que “limitan los derechos de la población”.

La nacionalista argumentó el rechazo de su partido porque enfoca “la salud pública como un problema de orden pública” y no refuerza el sistema sanitario. Se mostró convencida de que la ley trata a los gallegos como “sospechosos habituales”. Insistió en que la norma pretende “contener una pandemia por la vía de la multa”.

Igual que Julio Torrado y en referencia a la obligatoriedad de la vacuna, manifestó que la población gallega no tiene falta de confianza en el personal sanitario ni en la vacunación y afirmó que el verdadero problema de la sociedad no es que no quiera vacunarse, “es que no puede, como pasó con la vacuna de la gripe, que no había”.

La diputada del Bloque Nacionalista Galego finalizó su intervención insistiendo en la necesidad de reforzar el sistema sanitario con más medios y más profesionales. “Para curar neumonías no necesitamos multas sino personal y tratamientos”, remató.

En defensa de la lei de saúde, la diputada del PPdeG Encarnación Amigo aclaró que la “supuesta obligatoriedad” de las vacunas no es así, sino que en el texto figura que solo será “en circunstancias muy concretas” y animó a la oposición a apoyar la reforma y no ponerse del lado de los negacionistas: “Entendería que no votaran a favor de la ley, pero también que se pusieran de nuestro lado contra esas personas”, aseguró.

Recalcó que su grupo parlamentario intentó con la reforma “cubrir las lagunas y vacíos de la legislación” actual para luchar contra la pandemia ante lo que considera “inacción” del Gobierno de Pedro Sánchez, que comprometió una reforma de la ley orgánica que “nunca llegó”. La popular defendió que la nueva ley “no es autoritaria, sino garantista”, además de un “ejercicio de responsabilidad” y que lo único que pretende es “poner límites a lo que puede hacer una Administración en una crisis sanitaria” como la del COVID.

Después de acusar de que “mienten y embarran” a BNG y PSdeG, la popular Encarnación Amigo aseguró que la oposición “persiste en sus calificativos tan próximos a los colectivos antivacunas y negacionistas”.