El PP hace valer su mayoría absoluta y tumba las enmiendas a los orzamentos

Facenda destaca que son solidarios, solventes y fuente de dinamización económica // BNG y PSdeG critican la precarización de servicios públicos: “No son las cuentas que necesitamos”
Felipe de Toro
El portavoz del PSdeG, Luis Álvarez, habla con el conselleiro de Facenda y ‘padre’ de las cuentas, Miguel Corgos. Foto: Efe

Seguro que el polémico Mundial de Catar se reserva a lo largo de las próximas semanas alguna campanada en forma de equipos favoritos que caen eliminados a manos de escuadras teóricamente inferiores. En el Parlamento gallego, sin embargo, no se esperan muchas sorpresas durante la tramitación de los orzamentos para 2023, que este lunes superaron las enmiendas a la totalidad –y después las parciales– presentadas por la oposición y pasaron su primer examen apoyados en la mayoría absoluta del PPdeG.

Los 42 escaños que ocupan los del charrán en el hemiciclo autonómico fueron más que suficientes para evitar la devolución de las cuentas, como pedían BNG y PSdeG, desde donde consideran que son “lo contrario” de lo que Galicia necesita y “no dan la respuesta” que requiere la comunidad. Nada que ver con la lectura que hizo la Consellería de Facenda: “Los presupuestos de 2023 son solidarios, solventes y fuente de dinamización económica”, sintetizó Miguel Corgos .

Estas cuentas, defendió el conselleiro durante su intervención en el Debate de Totalidad del Proyecto de Presupuestos de 2023, “acercan certezas a los agentes económicos y a la ciudadanía, algo esencial para favorecer el crecimiento económico”. Los presupuestos, que ascienden a 12.620 millones y los más altos de la historia de Galicia, “nacen con el objetivo de ayudar, proteger y acompañar a las familias que más lo necesiten y a las empresas en la coyuntura actual”, insistió Corgos.

Una visión que choca frontalmente con la que expuso la nacionalista Ana Pontón, quien tachó los presupuestos de “insolidarios” y señaló medidas como la reducción del impuesto sobre el patrimonio para denunciar que el PP “gobierna para una minoría”. El proyecto que presenta la Xunta “es lo contrario de lo que Galicia necesita”, subrayó.

Por su parte, el portavoz de los socialistas gallegos, Luis Álvarez, denunció que con los gobiernos del Partido Popular los servicios públicos sufren una “evidente precarización”, por la sanidad, la educación, la vivienda “y tantos otros ámbitos”. Su grupo rechaza el documento porque “no da la respuesta que Galicia precisa”, incidió.

ALGUNA PROPUESTA, UN “CHURRO”. A continuación volvió a tomar la palabra el conselleiro de Facenda, que insistió en que las cuentas darán “el impulso que Galicia necesita para superar esta difícil situación que nadie oculta”.

A mayores, Miguel Corgos replicó que las bonificaciones fiscales no buscan “beneficiar a nadie” sino dinamizar “la actividad económica y el empleo” y, entre otras cuestiones, calificó de “churro” alguna de las propuestas que traslada la oposición –término que posteriormente retiró y cambió por la expresión “mal planteada técnicamente”–.

PONTÓN LLEVA LECHE Y ACEITE. Ana Pontón, que advirtió de la situación de inflación con una botella de leche y otra de aceite, presentó las medidas que propone su formación a modo de presupuesto “alternativo”. Censuró que los populares están “empeñados en demoler la sanidad pública”, poniendo en cuestión el cuadro macroeconómico del Gobierno gallego, al alertar de que son previsiones “insolventes”.

Además, reprobó que “cada vez que le bajan los impuestos a los más ricos están quitando sanidad, educación, residencias y servicios a la mayoría”. “Estamos en un momento muy duro. Seguir con propuestas insolventes y fuera de la realidad sitúan estos presupuestos lejos de lo que necesita este país”.

Así, y aun considerando que “lo mejor sería que lo retiraran”, consciente de que “no lo van a hacer”, instó al grupo mayoritario a “abandonar la soberbia” y no acudir al pleno “a pasar el rodillo”.

A RUEDA SE LE ACTIVA ‘SIRI’. El primer turno del portavoz del PSdeG en el Parlamento estuvo marcado por una anécdota, al activarse el sistema de reconocimiento de voz ‘Siri’ del teléfono del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, del que se escuchó una frase relativa a que no podía “ayudar” con algo. Ya sobre el debate de los presupuestos, Luis Álvarez recogió el guante del conselleiro al responderle con otra pregunta: “¿Hacían ustedes enmiendas a los presupuestos que presentaban para Galicia los gobiernos del señor Rajoy? ¿A que no?”, le soltó.

Asimismo, le afeó la “desbocada competición que ustedes llaman autonomía fiscal” y en la que “el señor Rueda quiso ser un alumno aventajado y renuncia a una fiscalidad progresiva”. El socialista denunció “gastos en publicidad y propaganda ocultados en una práctica opaca” en los presupuestos y el mensaje de una “Galicia feliz y mártir de las políticas del estado cuando procede”. Por último, en cuanto a la administración local, Álvarez reclamó “actuar de forma equitativa”.

DEFENSA DE LA REBAJA DE PATRIMONIO. A diferencia de anteriores intervenciones del conselleiro –tras la aprobación del proyecto de ley en el Consello durante su presentación en el Parlamento–, Corgos hizo referencia expresa este lunes a la rebaja del impuesto de patrimonio, que reivindicó. Así, entre otras cuestiones, argumentó que si se van las grandes fortunas se produce una “triple pérdida”, por ese impuesto, pero también en IRPF y en inversión. De hecho, ha trasladado el cálculo de que por cada euro de patrimonio se pierden, según sus números, tres de renta.

También en este momento introdujo un matiz, al asegurar que es “posible” que finalmente sea precisa una rebaja en las previsiones que maneja la Xunta, pero que no lo ve “probable”.

VALORACIÓN DEL PP. Igualmente, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, incidió en la defensa de la rebaja del impuesto de patrimonio. “La señora Pontón dijo que confía en la riqueza de Galicia. Nosotros también, por eso no queremos destruirla con impuesto que no existe en ningún país de la UE”, resaltó. Convencido “de las bondades” de este presupuesto, reivindicó unas cuentas “rigurosas” y ha atribuido justamente “falta de rigor” a los planteamientos de los grupos de la oposición.