El tiburón hallado en Oleiros murió por la ingesta de plásticos

En su organismo se encontraron varios objetos, desde fibras de artes de pesca hasta un tapón
Redacción
El ejemplar de tiburón Peregrino varado en una de las playas de Oleiros. Foto: Cemma

El tiburon peregrino avistado el pasado sábado en dos playas de Oleiros, y que posteriormente fue hallado muerto, falleció por una obstrucción digestiva generada por objetos plásticos, tal y como han determinado los veterinarios del Cemma (Coordinadora de Estudio de Mamíferos Marinos) .

Fueron los bañistas los que alertaron el sábado de la presencia de un tiburón en la playa de Bastiagueiro, en Oleiros, donde se cerró al público el acceso al agua hasta que se pudo identificar como un tiburón peregrino, una especie inofensiva. El animal llegó a varar en Bastiagueiro y, después, en la playa de Santa Cristina, pero pudo ser reintroducido con la participación de Cemma, socorristas, Protección Civil y voluntarios de Habitat. Medía más de 4 metros, un tamaño pequeño para esta especie que, siendo dulta, suele medir unos ocho metros.

Su presencia en Galicia, explican los expertos, no es extraña, dado que cada año hay entre dos y tres avisos, muchas veces dentro de las rías y, sobre todo, en primavera.

A última hora de la tarde del sábado, el tiburón volvió a varar y falleció. En el análisis interno realizado el domingo por el equipo veterinario se detectó la presencia en su organismo de distintos objetos plásticos, desde fibras procedentes de artes de pesca degradadas a un tapón de botella. Algunos de estos plásticos taponaban la válvula espiral, un órgano interno que facilita que se aumente la superficie de absorción en el reducido tamaño intestinal de los tiburones y rayas. Esta oclusión fue identificada como causa del debilitamiento y varamiento del tiburón.

“La presencia de objetos es habitual en los individuos de esta especie, ya que, al ser filtradores, cualquier objeto que haya en la columna de agua será ingerida como si fuese alimento”, apunta el Cemma, lo que los convierte en “víctimas de la contaminación por plásticos” de los océanos.