Empiezan a agotarse de cara al mes de agosto los pisos vacacionales

Aviturga constata que hay “más interés” por alquilar que el año pasado y mayor anticipación en las reservas //Fegein aún ve muchas incertidumbres y supedita el verano a la vacunación
Alquiler de viviendas
Felipe de Toro
en sanxenxo. Varias personas en la playa de Silgar, con hoteles y viviendas en primera línea de fondo. Foto: E.P,

Tras más de un año de pandemia, con sus confinamientos, toques de queda y cierres perimetrales incluidos, los gallegos tienen ganas de vacaciones y empiezan ya a reservar alojamiento de cara al verano con el foco más centrado que nunca en el alquiler de viviendas turísticas en un contexto marcado por la COVID.

Tanto es así, que de cara a la primera semana de agosto ya empieza a colgarse el cartel de completo en este tipo de alojamientos, tal y como constata la presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguín.

“Hay más interés que el año pasado. Se nota que hay más anticipación en las reservas”, indica. De hecho, en algunas zonas como la Costa da Morte o el interior de Ourense la primera quincena de agosto ya está completa. “En las ciudades –matiza– la cosa está algo más floja”.

La responsable de esta organización asegura que “hay confianza” en que la comunidad autónoma esté abierta a recibir visitantes durante el verano –el Comité Clínico que asesora a la Xunta valorará el martes levantar el cierre perimetral– y, de hecho, “se espera gente de fuera”. Además, hábitos como el del teletrabajo pueden favorecer, a su juicio, que se compatibilicen las obligaciones laborales con las vacaciones.

Aviturga, no en vano, proponía una desescalada mayo-octubre con la intención de que los desplazamientos turísticos no se concentrasen sólo en los meses estivales y teniendo en cuenta la perspectiva también de que muchos jubilados ya están inmunizados contra la pandemia.

En relación a los precios señala que hay disparidad. “No es lo mismo en primera línea de playa que en otras ubicaciones”, dice, aunque en principio apunta a que las tarifas se mantengan.

Un verano similar al anterior. Por su parte, el presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias, coincide en que “se notan muchas ganas” de alquilar viviendas vacacionales, pero también “muchas incertidumbres”, por lo que todo está condicionado a la campaña de vacunación y la posible llegada de una cuarta ola de coronavirus.

“Hay muchos trabajadores que están en ERTE o en una situación complicada. Van a ser unas vacaciones muy medidas. Nadie va a hacer grandes gastos”, analiza. Por este motivo, Iglesias pronostica que este verano será “similar” al anterior.

Por dicho motivo adelanta que en muchos lugares los precios van a tener que equilibrarse. “Localidades costeras como Sanxenxo u Oleiros o la ciudad de Santiago, por el posible tirón del Xacobeo, igual pueden forzar un poco más”, matiza, pero en general el presidente de Fegein vaticina que los precios tendrán que ser “ajustados”: “Esta es la tendencia, la gente necesita hacer caja y no arriesgarse a tener el piso vacío”.

En cuanto al tipo de visitantes, Iglesias estima que la temporada estival estará otra vez marcada por el turismo nacional y muy supeditado a la evolución de la camapaña de inmunización. Y es que aunque admite que el hecho de que muchos jubilados estén vacunados, constata que la gente joven está preocupada por los posibles contagios.

Del mismo modo, con el coronavirus aún vivo, tiene claro que la apuesta por el arrendamiento de pisos vacacionales “es muy fuerte” y el viajero mostrará preferencia por este tipo de alojamientos que por los hoteles por proporcionar una mayor privacidad, sin contacto con otros huéspedes o trabajadores y con menos zonas comunes que faciliten un mayor acercamiento con otras personas.

Actualmente, según un reciente estudio de Fegein, la vivienda turística suma en Galicia 12.300 pisos vacacionales, en las que la provincia de Pontevedra agrupa el 48% del total con 5.739. A Coruña le sigue de cerca con 4.559, el 36%., mientras que la incidencia es mucho más baja en Lugo, con el 13% (1.572) y Ourense, tal solo el 3,6% (433).

Precisamente la vuelta al circuito de comercialización de viviendas vacacionales a partir del mes de mayo, y sobre todo en las ciudades de A Coruña, Vigo y Santiago, es lo que hace prever, indica Iglesias, una reducción considerable de la oferta de vivienda en alquiler convencional a partir de este verano. Todo ello, argumenta, con la “espada de Damocles” de la nueva ley estatal de vivienda en la cual el actual Ejecutivo “espolea la inseguridad jurídica creando una batalla política con el mercado convencional de alquiler de viviendas”.

Ante la inminente llegada de la nueva Ley Estatal de Vivienda, desde Fegein enfatizan que la clave está en dar seguridad y certidumbre jurídica al mercado, aumentar la oferta de viviendas, buscar fórmulas de colaboración entre el sector público y el privado, cambiar todas aquellas normativas que se hayan quedado obsoletas para poder adaptarlas a la situación actual y buscar soluciones rigurosas, ajenas a la ideología.

Perfil de los propietarios. El 80% de los propietarios de vivienda vacacional son dueños de una sola vivienda, con lo que sólo un 20% tendrían dos o más en el circuito de comercialización en alquiler. Si se analizan los datos de la vivienda tradicional se observa, en base a los datos que maneja la Federación Gallega de Inmobiliarias, que los pequeños propietarios arrendadores serían un 92% frente al 8% que estarían en manos de la Sareb, el conocido como banco malo, o en fondos.

Pero si se ven los datos de activos de vivienda en propiedad que tiene actualmente la Sareb en Galicia, son 2.735 pisos en cartera sumados a las propiedades de los fondos de inversión, que disponen de una cartera de 2.500 viviendas, y a las 3.000 que poseen las grandes entidades financieras que no fueron rescatadas. Por lo que, indican, si estas viviendas las pusieran en el circuito de comercialización en alquiler se abarataría el precio al engordar una oferta que se va reducir considerablemente los próximos meses.