Feijóo define a su nuevo equipo en tres palabras: “Realismo, trabajo y gestión”

“Ser conselleiro no es un premio”, avisa // Apremia a ponerse manos a la obra desde ya: “No tenemos cien días”
Felipe de Toro
Consello de la Xunta

Realismo, trabajo y gestión. Estos son los tres mandamientos que definen al nuevo Gobierno gallego tras una remodelación “marcada por la pandemia”, según admitió su presidente, y que se resumen en uno: defender los intereses de Galicia por delante de cualquier consideración.

Así lo trasladó ayer Feijóo durante el acto de toma de posesión de los 11 conselleiros que le acompañarán en el arranque de este mandato. Una legislatura en la que ya había avanzado que a los miembros de su equipo les tocaría “trabajar y sufrir”.

Ser conselleiro “no es un premio”, pues implica la asunción de una importante responsabilidad “ahora más que nunca”, les dejó claro, aseverando que el nuevo Gobierno conserva la misma ilusión que aquel primero equipo de 2009, pero si cabe “con más energía, con más experiencia y con más pasión”.

Eso sí, después de las felicitaciones, la hoja de ruta pasa por trabajar “a destajo” desde ya, sin el margen habitual “de cien días” y “unidos” ante la “prioridad” de combatir la covid en una XI Legislatura en la que el diálogo será imprescindible.

De los once dirigentes que ayer se sentaron en el Consello solo dos siguen desde 2009 (el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, y la conselleira do Mar, Rosa Quintana) mientras que como novedad se incorporan María Jesús Lorenzana, titular de Emprego e Igualdade; y Julio García Comesaña, encargado del departamento de Sanidade.

El acto también sirvió para la despedida formal de Jesús Vázquez Almuiña, que cede a Comesaña la cartera de Sanidade, y de Carmen Pomar, hasta ahora responsable de las competencias educativas, que se agruparán con las de cultura bajo el mando de Román Rodríguez.

A García Comesaña y a Lorenzana, Feijóo les dio la bienvenida y les recordó sus retos. Pero también se detuvo a explicar el porqué de cada nueva pieza del Ejecutivo. Por ejemplo, confesó que Almuiña le trasladó tras el 12-J su deseo de no seguir con la cartera de Sanidade y vinculó la salida de Pomar con la necesidad de crear un departamento de Emprego e Igualdade sin aumentar el número de consellerías.

En la entrada principal de la Xunta (las reducidas dimensiones del salón habitual en el que suele celebrarse este acto en el Pazo de Raxoi no se ajustaban a las nuevas restricciones), los conselleiros salientes aprovecharon para despedirse y Rueda pronunció una breve intervención en nombre del Ejecutivo.

Además de los familiares, hubo invitados, aunque menos que otras veces. No falló el jefe del Legislativo, Miguel Santalices, y también acudió el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, entre otros. El evento siguió las pautas protocolarias habituales y solo dos de los once miembros del Gabinete (Valeriano Martínez y García Comesaña) optaron por prometer su cargo en vez de usar la fórmula del juramento.

Lo hicieron poco antes de sentarse en el primer Consello de una legislatura cuya principal novedad es que los miembros del Ejecutivo se tendrán que ver también la cara, dijo Feijóo, “con mascarilla”. Un mandato en el que el “diálogo” será clave. No en vano, el presidente propuso una comisión parlamentaria para sentar las bases de un pacto por la reactivación; y anunció su intención de convocar cuanto antes la Mesa del Diálogo Social.

Con estas cartas sobre la mesa, a su nuevo equipo le encomendó, así, el “gran desafío” de “gestionar incógnitas” y “hacer lo posible para despejarlas”. “Nuestra prioridad es hacer frente a la pandemia en todos sus frentes”, añadió, antes de pasar a detallar las decisiones que le llevaron a conformar, en sus términos actuales, su equipo de conselleiros.

REFUERZO EN LA ECONOMÍA Y TRABAJO “COORDINADO”. Y para ello, empezó por la necesidad de “reforzar el área económica”, con el fin de darle un impulso transversal y con un eje de “coordinación” para los departamentos que se ocupan de los diversos sectores productivos. El objetivo es que estos esfuerzos “coordinados” se dirijan “a la reactivación económica y social”, una tarea que encomendó a Francisco Conde.

En este “cambio de paradigma” vinculado con las consecuencias de la pandemia el de Os Peares situó también la creación de una nueva cartera de Emprego e Igualdade, ya que –esgrimió– “la principal discriminación es la diferencia salarial y de conciliación entre hombres y mujeres”. Para este departamento le dio la bienvenida a María Jesús Lorenzana. También a José González y Rosa Quintana les dio las gracias por “seguir y proseguir” en los sectores que “dieron lo mejor de sí”.

Si a Conde, como vicepresidente segundo, le encomendó la tarea del refuerzo económico desde una perspectiva transversal, ratificó que sigue confiando en Alfonso Rueda, como vicepresidente primero y responsable de Presidencia, Xustiza e Turismo, del que sigue esperando una función global de coordinación, pero también destacó la relevancia de ligar las competencias de Turismo con la Vicepresidencia.

Finalmente, justificó la decisión de unir Administración Pública con Facenda, que ya se ocupaba de la gestión de los empleados públicos. Una “visión conjunta” de la que, al margen de casar las cuentas, tendrá que ocuparse Valeriano Martínez. Por último agradeció a las tres conselleiras que siguen al frente de Medio Ambiente, Infraestruturas y Política Social --Ángeles Vázquez, Ethel Vázquez y Fabiola García–. “Renuevan responsabilidades y aumentan las exigencias”, zanjó.