Galicia encabezó el crecimiento del PIB por habitante en los últimos 45 años

Un salto de 8.519 a 23.116 euros por persona, con una media anualizada del 2,29 %, la sitúa segunda tras Extremadura // Los economistas alertan del envejecimiento y la falta de relevo poblacional // Taín pone el foco en la internacionalización de la economía gallega y el avance de la productividad
Comunidades autónomas
José Calviño
El presidente del Consello Galego de Economistas, Miguel Ángel Vázquez Taín. Foto: Efe/Cabalar

Galicia, 1975. En el camino de regreso a la democracia, por aquel entonces se contabilizaban 2.727.535 habitantes, el 7,7 % de la población estatal. Cuarenta y cinco años después, en la comunidad viven 2.702.244 personas, el 5,7 % de todos los españoles. Perdimos casi un uno por ciento de los moradores, mientras en toda España crecían el 32,4 %, sumando once millones y medio. La gallega es una de las tres autonomías más envejecidas, con menos población extranjera y que peor saldo demográfico presenta.

El poblacional es solo uno de los múltiples análisis que recoge el estudio 45 años de evolución económica, social y empresarial de las Comunidades Autónomas en España (1975-2020), elaborado por la Cámara de Comercio de España y el Consejo General de Economistas de España. Lo presentaron los presidentes de ambas instituciones, José Luis Bonet y Valentín Pich, junto con los directores del estudio, los economistas Salvador Marín, presidente de la European Federation of Accountants and Auditors for SMEs, y Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de la Cámara de España.

En materia económica se constata que los diferenciales de PIB per cápita entre las diferentes autonomías se redujeron 30 puntos porcentuales por la paulatina convergencia hacia la media nacional de las más desfavorecidas. Es por ello que Galicia, La Rioja y Castilla y León son las comunidades que más recortaron con la media en este periodo.

Junto a este redactor siguió a través de internet atentamente la presentación Miguel Vázquez Taín, presidente del Consello Galego de Economistas, quien nos indicó que “aún descontando el efecto del factor demográfico, Galicia presenta en estos últimos 45 años una de las mayores tasas de convergencia en términos de PIB por habitante, lo que pone de manifiesto un aprovechamiento diferencial, en positivo, de las competencias autonómicas”.

Para el también profesor titular de Economía Pública y Sistemas Fiscales de la USC otros catalizadores en esta convergencia fueron “la internacionalización de la economía gallega y el incremento de la productividad”.

Pasemos a las cifras. Según el estudio, el PIB creció en España una media anual del 2,39 % en estas cuatro décadas y un lustro, pasando de algo más de 414.000 millones de euros en 1975 a 1,1 billones en 2019 –medido a precios constantes de 2010–. Murcia, La Rioja y Canarias superaron esa media anual, pero no en Galicia, donde el salto fue de 23.282,3 a 62.387 millones, con un avance medio anual del 2,27 % que la situó en el puesto 14, por delante de Asturias, País Vasco y Cantabria, con menores avances.

Como apuntó Vázquez Taín, fue en PIB per cápita donde la comunidad gallega echó el resto, situándose en cabeza en crecimiento, pese a continuar en números redondos sin llegar al promedio. En 1975 eran 11.581 euros por español, con datos de 2019 se había saltado a 24.808, con subidas anualizadas promedio del 1,75 %. Galicia, donde se catapultaron de 8.519 a 23.116 euros por persona, selló una velocidad de crucero de avance por ejercicio del 2,29 %, segundo mejor dato tras el 2,65 % extremeño. Les siguen por encima del dos por ciento Castilla y León, La Rioja y Aragón. A la cola, en cambio, estaban Baleares, Canarias, Cantabria y Asturias.

En todas las autonomías, pero en la gallega de forma fundamental, está la progresiva desagrarización de la economía y el repunte del sector servicios, aunque aquí todavía con peso específico de mar, campo y de la industria alimentaria vinculada. También es sobresaliente la evolución en internacionalización. En materia de productividad, apuntan que Galicia experimentó un notable desempeño, pasando de ser última en términos en 1977 a ocupar el puesto 11 en 2018. Su valor añadido bruto por hora trabajada en el último año fue cuatro veces mayor que al inicio del período. Sin embargo, en inversión en I+D+i se está a la cola, al igual que en tasa de actividad, que decrece frente al aumento casi generalizado, lo mismo que la ocupación, que frente a hace 45 años es menor en Asturias, Castilla y León... y Galicia.