Galicia sube el 20 % la vivienda turística en plena pandemia

Se superan los doce mil pisos registrados // En Fegein ven trasvases hacia el alquiler tradicional que desde la asociación Aviturga no detectaron
Pisos turísticos
José Calviño
Edificio de viviendas actualmente en construcción en Santiago de Compostela. Foto: S.R

El golpe de la pandemia al turismo se contagió directamente a la hostelería, la restauración y, dentro del mercado inmobiliario, al de los pisos turísticos. La COVID hundió la demanda de este servicio por los problemas de movilidad y acceso a la casi totalidad de las ciudades donde se ofertaban estas residencias, Galicia incluida.

Desde Don Piso indicaban en un comunicado que ante esta situación, los propietarios de estas viviendas ligadas al ocio, ante la imposibilidad de poder alquilar sus inmuebles a turistas obteniendo una rentabilidad alta, están poniéndolas en alquiler tradicional. “Se está produciendo un trasvase de viviendas del mercado del alquiler turístico al mercado de alquiler tradicional”, según afirma Emiliano Bermúdez, subdirector general de esta inmobiliaria.

Entienden que este cambio es “positivo” para el mercado del arrendamiento convencional, ya que incrementa la oferta de inmuebles, dato que podría incidir en los precios; por otro lado, “contribuye a agravar más la crisis del segmento de los pisos turísticos, porque detrae oferta, por lo que, cuando se recupere la situación, habrá un menor volumen de oferta que podrá provocar un incremento de los precios”, señala Bermúdez, quién aún así considera que el incremento de oferta de viviendas en alquiler no satisface la demanda existente.

¿Y en la comunidad gallega? Pues aquí... depende, como no podía ser de otra forma. De a quién preguntemos, en concreto. Estas tesis son compartidas, en mayor o menor medida, por Benito Iglesias Padrón, presidente de la patronal de las inmobiliarias gallegas Fegein. Aunque considera que contar con datos de viviendas turísticas resulta bastante complicado, se atreve a darnos una estimación: considera que entre el 20 y el 35 % de estos inmuebles han optado por capear el actual temporal acudiendo a inquilinos tradicionales.

Un cambio que, avisa, no significa que renuncien al más lucrativo modelo de residencias para turistas que, indica, ha ido en un aumento “en paralelo con la caída de las unidades hoteleras”. Además, sostiene que “la rentabilidad es mayor” y también lo es “la seguridad jurídica”.

El líder de Fegein pone un ejemplo: “la ley antidesahucios”, argumenta, pues “a la vivienda turística no le afecta, mientras a los arrendamientos tradicionales lo hace de lleno”. Otra argumentación de Benito Iglesias es que el hecho de que se pasen al alquiler de toda la vida “no quiere decir que dejen la otra actividad, mucho más lucrativa, sino que las compatibilizan”.

Así, considera que siguen registradas como pisos turísticas “pero también se alquilan en el circuito de comercialización tradicional, ya que la caída del turismo aún va para largo y aquellos propietarios que tienen dos o más viviendas turísticas dejan así una en cada segmento”, alega.

En cambio, para la asociación que lidera este sector tan ligado al disfrute vacional, Aviturga, argumentan en cambio que “no nos consta ese transvase”. Nos lo señala Dulcinea Aguin, presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia, que pone el foco en que “durante la pandemia aumentó el número de registros de viviendas de uso turístico un 20 %”, porcentaje que parecería indicar todo lo contrario. “Ahora hay 12.000”, señaló, en el conjunto de la comunidad autónoma, una cifra que no ha parado de crecer, ni siquiera durante los peores momentos de la crisis del coronavirus.

Oferta actual para arrendar. En el informe para diciembre Fegein identificaba en Galicia 4.750 viviendas en el circuito del alquiler normal, cifra que fue creciendo frente a los apenas tres mil a los que se despeñó el pasado abril. Un 58,3 % de avance. Por ciudades, A Coruña es líder absoluta, con 950 inmuebles; le sigue Vigo, con 650; Santiago tiene 380, por 350 Ourense, 190 Ferrol, 180 Pontevedra y 170 en Lugo.

Como lleva ya tiempo avisando, Benito Iglesias alerta de que “la actual coyuntura económica está provocando un nuevo repunte de la demanda de vivienda en arrendamiento”, que es hacia donde “está girando el mercado”.