Galicia volverá a un PIB prepandemia el primer semestre del año 2022
El “creciente dinamismo de la economía mundial y de la UE” se contagiará, con permiso de la evolución de la pandemia, a España y Galicia; si la quinta ola no sigue desmandándose, las tasas de crecimiento para la segunda mitad de 2021 y todo el 2022 irán a más, sin que se descarten que los seis a siete puntos de crecimiento del PIB previstos para Galicia sean incluso mayores. Depende... del virus.
Así lo puso de manifiesto el miembro del Idega de la USC, Juan Ares, en la presentación de A Economía Galega. Informe 2020-2021, estudio socioeconómico de referencia que, dirigido por el economista Alberto Meixide, se publica desde 1986. Su relevancia por su exhaustivo análisis de datos como base para la toma de decisiones, máxime ahora en el periodo de pandemia, fue puesta en valor por Pedro Otero, director gerente de Afundación y secretario general de Ieside; mientras que Pedro Veiga, director general de Planificación Estratégica y PMO de Abanca, y coordinador del Centro de Investigaciones Abanca by Ieside, quien resumido las conclusiones del informe en que el “impacto demoledor” de la pandemia fue “más bajo de lo previsto, sobre todo en el empleo” y en que, por el contrario, la recuperación es “más rápida de lo previsto”.
Veiga trasladó la expectativa de la entidad financiera de que Galicia pueda estar a mediados de 2022 en niveles de actividad, producción y PIB “similares a los previos a la pandemia”, mientras que España “todavía se retrasará un poco más”.
Coincidieron Ares y Veiga en la importancia de las medidas de liquidez para las empresas (líneas ICO) y en el plano laboral los ERTE, que fueron capaces de limitar la destrucción del tejido productivo y de los puestos de trabajo. La prueba: que mientras el PIB caía un 8,9 % en Galicia y un 10,8 % estatal, la mayor que se recuerde, el golpe al empleo se redujo solo en un 1,9 %,
Según Veiga, “hemos aprendido mucho de la anterior crisis”, ahora con una banca solvente; y por la rápida actuación de la Comisión Europea y el BCE, que desterraron la austeridad.