La Cumbre de Santiago reivindica su utilidad con un acuerdo de 35 puntos

Ocho presidentes de distinto signo dejan de lado la bronca y pactan que el coste de los servicios prime en la financiación // Feijóo defiende que las autonomías aporten a los grandes debates
Pactos
Sabela Arias
PUNTO DE ENCUENTRO. Alberto Núñez Feijóo ejerció de anfitrión en la Cumbre de Santiago en la que ocho presidentes autonómicos acordaron un documento con 35 puntos sobre financiación y demografía, principalmente. El titular de la Xunta (c) posa con la Catedral de fondo junto con Guillermo Fernández Vara (desde la izquierda), García Page, Adrián Barbón, Miguel Ángel Revilla, Concha Andreu, Javier Lambán y Alfonso Fdez. Mañueco. Foto: Efe

Ocho presidentes, tres partidos políticos diferentes y una declaración institucional de 35 puntos con el foco puesto en la financiación y en la demografía. Este es, a grandes rasgos, el resumen de la cumbre celebrada este martes en el compostelano Hostal dos Reis Católicos y promovida por el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que defendió el foro como ejemplo de la política útil que acerca soluciones a los ciudadanos.

Los máximos representantes de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura, Cantabria, Aragón y La Rioja, territorios que forman la llamada España despoblada, se mostraron de acuerdo en que en la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica se tenga en cuenta la dispersión de la población y que este asunto se pacte de manera multilateral y no en órganos bilaterales, como ocurrió en el pasado con Cataluña.

En esta reunión bautizada como ‘Foro Santiago, camino de consenso’, los protagonistas señalaron directamente al coste de los servicios reales y la dispersión de la población como los principales puntos que, a su juicio, deben primar a la hora de reformar el modelo de financiación, que, además, destacan que debe ser fruto exclusivamente del consenso surgido en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

Entre otras cuestiones, los presidentes reclaman “un fondo específico” que haga frente al reto demográfico y ponen el foco en el envejecimiento. Por ejemplo, demandan que el nuevo modelo que se active fije “un catálogo de servicios cuya financiación esté asegurada”, y que se centrarían en sanidad, educación y servicios sociales. Y en esta coyuntura, advierten que el “peso” de la sanidad debe adecuarse “al gasto real de las autonomías”. “En concreto, se valorará de forma adecuada el impacto de cada grupo de edad que forma parte de la población protegida equivalente, recogiendo la creación de nuevos tramos a partir de los 65 años (mayores de 85) y aumentando su ponderación. Además, pide realizar revisiones periódicas para ajustar estos indicadores y ponderación, de forma que se garantice “la suficiencia dinámica” del gasto sanitario en el modelo de financiación.

Y en dependencia, también se exige que se tenga en cuenta un nuevo grupo de edad a partir de 85 años, donde “se concentra un mayor porcentaje de grandes dependientes destinatarios de los cuidados más intensivos del sistema”. Asimismo, se recoge que se tendrán en cuenta criterios que permitan “impulsar el reequilibrio territorial” entre “zonas densamente pobladas y zonas en declive demográfico y proporcionar servicios de calidad a estas últimas”.

En materia de educación, los ocho mandatarios expresan su “apoyo” al Gobierno central para que “cumpla su propósito” de universalización del acceso a los centros infantiles de 0 a 3 años para facilitar la compatibilización de la vida familiar y laboral.

En cuestión de despoblación, la declaración hace un alegato en defensa de la lucha contra el reto demográfico, planteándose una serie de puntos e instando a que se trabaje a nivel nacional con un “enfoque integral, transversal y consensuado con las comunidades autónomas”.

Por otra parte, Extremadura y La Rioja se descolgaron finalmente de la propuesta de Cantabria para que las ocho comunidades blindaran una posición común de cara apoyar a las regiones que albergan la práctica totalidad de lobos de España para lograr un modelo de coexistencia basado en las medidas ya contempladas en los planes de gestión de esas comunidades.

En un primer borrador del acuerdo se daba cabida a esta premisa, que pasaba por reivindicar al Gobierno de España que “recupere los espacios de consenso y diálogo sobre la gestión y conservación del lobo en el país”, propuesta planteada por el Gobierno de Cantabria y ante la que finalmente no ha habido acuerdo.

En la declaración final sí que se incluye una adenda por la cual los otros seis gobiernos presentes en la mesa de negociación –Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria, Asturias, Galicia y Aragón– sí que muestra su apoyo a la ganadería extensiva, “fundamental en la economía de las zonas rurales”.

CASI TRES HORAS DE REUNIÓN. Los ocho presidentes se dieron cita este martes en el Hostal, en plena Praza do Obradoiro, a las 10.00 horas, después de que sus respectivos equipos hayan trabajado de un tiempo a esta parte en perfilar el documento que finalmente se aprobó. En un primer momento estaba previsto que a las 11.15 horas aproximadamente se produjera la firma conjunta y, posteriormente, comparecieran en rueda de prensa los ocho presidentes autonómicos aliados en esta materia.

Sin embargo, la reunión se prolongó llegando a durar casi tres horas. Finalmente, el documento suscrito reflejó la mayoría del contenido que figuraba, al menos en uno de los últimos borradores que manejaron (aunque numéricamente contenía 47 puntos y salieron adelante 35), con la salvedad de la parte relativa al lobo, en la que puso especial empeño el cántabro Miguel Ángel Revilla.

Tras la celebración del encuentro, Alberto Núñez Feijóo defendió el derecho de las comunidades a aportar a los “grandes debates del país” y reivindicó la utilidad de la cumbre de presidentes celebrada este martes en Santiago para aportar “desde el rigor y la lealtad”.

“Hemos sido útiles desde el rigor, la transparencia y la lealtad. Sin lealtad no hay gobiernos y estos gobiernos somos leales con nuestros ciudadanos, con nosotros mismos y con el Gobierno de la nación”, afirmó, destacando que los mandatarios presentes en la capital gallega, gobernantes que representan “al 62 % del territorio”, construyeron un “documento que tiene vocación de pervivencia porque es útil”.