La Fiscalía pretende que el hijo mayor de Sandra Boquete declare contra su padre, autor del triple crimen de Valga

Quiere que el jurado escuche el relato directo durante el juicio // José Luis Abet planificó llevar a cabo el asesinato de su exmujer en presencia de los dos niños
Lucía López
extrema frialdad. Primer plano de la cara de José Luis Abet, el autor confeso de los tres crímenes de Valga en el juzgado de Caldas. Foto: Salvador Sas

“El acusado (José Luis Abet Lafuente) quiso expresamente que sus hijos menores de edad presenciaran cómo mataba a su exmujer con el consiguiente sufrimiento que suponía para ellos, razón por la que realizó el crimen cuando se disponían a ir al colegio. Siendo así que el acusado fue plenamente consciente de la presencia y proximidad de sus hijos menores en el momento de matar a su madre, a su tía y a su abuela, siendo también consciente de que tal traumática y violenta visión menoscababa gravemente su integridad psíquica produciéndoles secuelas de gravedad dada su corta edad, la vinculación familiar con las víctimas, la circunstancia de ocurrir los hechos en su domicilio, el medio empleado y lo violento y sorpresivo del ataque”.

El crudo relato de la fiscal del caso abierto tras el triple crimen de Valga, en el que José Luis Abet acabó con las vidas de su exmujer Sandra Boquete Jamardo (de 39 años de edad), de su excuñada Alba (de 27) y de su ex suegra Elena Jamardo (58 años), le llevó a pedir al Tribunal del Jurado que se formará próximamente en la Audiencia Provincial de Pontevedra que admita la declaración del hijo mayor de víctima y asesino, que en el momento de los hechos, el 16 de septiembre de 2019, tenía 7 años y, por tanto, ahora supera los diez para que cuente la versión de los hechos, como testigo directo de lo ocurrido en la puerta de la casa donde vivía la madre con sus dos hijos menores.

Para ello la representante del Ministerio Público valora que o se visione el DVD que contiene la declaración del menor tras el crimen o que se realice en el acto del juicio mediante videoconferencia; en ambos casos “a puerta cerrada (a fin de evitar la exposición pública de la imagen del menor)” y de hacerlo de forma presencial que “se evite todo tipo de contacto visual entre el menor y el acusado, así como que para reducir al mínimo el impacto emocional sea acompañado el menor por un psicólogo de la Oficina de Atención a las Víctimas”.

A pesar de que, como reconoce la propia Fiscalía en su escrito de acusación, “como consecuencia de haber presenciado como su padre mató a su madre, a su tía y su abuela, los menores resultaron con graves daños psicológicos consistentes en trastorno de estrés postraumático dejándoles secuelas consistentes en presencia de pesadillas, recursos y pensamientos intrusivos que les ocasionan un malestar emocional clínicamente significativo, así como un proceso de duelo traumático”, entiende la fiscal de Caldas que el testimonio del mayor deberá ser tenido en cuenta por el Jurado ya que el propio asesino tenía todo minuciosamente planificado para matar a las tres mujeres en presencia de los menores y que, por tanto, nadie mejor que ellos pueden ratificar lo ocurrido y que se le pueda aplicar a José Luis Abet Lafuente la pena de prisión permanente revisable, la máxima condena en España.

“Los menores precisan de un tratamiento consistente en intervención psicoterapeútica a fin de elaborar e integrar la vivencia traumática, y para paliar y sobrellevar los daños psicológicos y secuelas ocasionadas que les acompañarán toda su vida”, recuerda también el Ministerio Público.

UNA FORMA DE ACTUAR CON EXTREMA FRIALDAD. Recordar que, de acuerdo con el relato de los hechos, que el acusado (que lleva en prisión provisional desde el 17 de septiembre de 2019 y ahora se encuentra en Mansilla de las Mulas) acudió a casa de su exmujer en Valga justo cuando ella salía para llevar a los pequeños al colegio, un dato que conocía a la perfección tras años de convivencia.

Una vez allí atrancó la salida del portalón con su vehículo por lo que Sandra Boquete se vio acorralada y obligada a detener el vehículo que conducía, “momento que aprovechó el acusado para ponerse a la altura de la ventanilla del conductor y, tras apuntarle directamente a la cabeza con el arma que llevaba oculta a la espalda- eliminando cualquier posibilidad de reacción y defensa y con la expresa finalidad de matarla- dispararle un primer tiro que impactó en su cara, y a continuación tres tiros más (dos en el cuello y uno en el pecho), acabando con su vida de manera inmediata en presencia de sus dos hijos, que ocupaban la parte trasera del coche”.

“Acto seguido”, continúa el realto de la Fiscalía, “el investigado se subió a su vehículo y abandonó el lugar. Cuando llevaba unos metros recorridos observa que viene de frente el coche conducido por la madre de su exmujer, en el que viajaba como ocupante su hija y hermana de quienes se dirigían a toda velocidad al domicilio indicado al haber recibido una llamada telefónica de su hermana pidiendo ayuda. En ese momento, el investigado decide acabar también con la vida de ambas, razón por la que cambió el sentido de su marcha y las persiguió hasta llegar a la casa”.

José Luis Abat, como había hecho momentos antes actuó con una gran frialdad a pesar de que volvió a encontrarse de frente a sus hijos llorando e impactados por el suceso. y una vez allí, y tras recargar el revólver las sorprendió cuando estaban socorriendo a Sandra, sin que tuvieran posibilidad alguna de huida ni de defensa. “Es entonces cuando el investigado, con la finalidad de matarlas, dispara alternativamente en cuatro ocasiones contra su ex suegra (impactando los tiros en la cabeza, en el muslo y dos veces en el pecho), y en tres contra su ex cuñada (una en la cabeza, otra en el pecho y la última en el hombro derecho), poniendo fin a la vida de ambas en el acto”.

Recalca la fiscal que “estos hechos son también presenciados por los hijos menores del investigado. Una vez que finalizó su actuación criminal, el investigado les dijo a sus hijos que esperasen allí hasta que llegase la guardia civil y abandonó el lugar en su coche”.

Por esta forma de actuar considera el Ministerio Público que es imprescindible que el jurado escuche al hijo mayor de la víctima y del propio asesino.