La lucha histórica ha permitido que el 52 % del Parlamento ya sea femenino

María del Carmen Lovelle, Emma González Bermello y Flora Veiga, pioneras en un mundo de hombres
Política
Ángela Precedo

No ha sido fácil para las mujeres entrar a formar parte de la vida económica y política de la comunidad gallega. Vistas durante mucho tiempo como amas de casa sin más poder de decisión que el elegir cuál era el plato de la cena, no fue hasta mediados del siglo XIX cuando el movimiento feminista en defensa de los derechos de la mujer se organiza y comienza la lucha colectiva. Una lucha que, aunque todavía resta mucho por hacer, ha igualado a mujeres y hombres en muchos aspectos.

Esta transformación y la incorporación de la mujer a la toma pública de decisiones también se han dejado sentir en la cámara del Parlamento gallego. Hace una semana la misma celebraba los cuarenta años de la autonomía de Galicia, iniciada en 1981. Muchas cosas han pasado desde entonces, pero, la que hoy nos ocupa es sin duda, la más importante a nivel social: el incremento de la presencia de la mujer en política.

Hagamos un repaso de cómo ha evolucionado el ‘Estado de autonomía feminista’. Durante la primera legislatura (1981-1985), solo tres mujeres formaban parte de la Cámara gallega: María del Carmen Lovelle Alén, de Alianza Popular, con 26 parlamentarios y solo una mujer (el 4 %); y Emma Rosa González Bermello y Flora Veiga Aldariz, de Unión de Centro Democrático, con 24 cargos y solo dos mujeres (el 8 %). Sin duda, las tres pioneras en un mundo de hombres, donde representaban apenas el 4 % de los 71 diputados del Parlamento.

Si parecía que desde aquí la cosa solo podía ir a mejor, nada más lejos de la realidad. Pues en la siguiente legislatura (1985-1989) la representación femenina bajó al 3 %, con solo dos mujeres entre los 71 diputados: nuevamente Emma Rosa González Bermello, en aquel momento adscrita a Coalición Popular de Galicia, con 34 representantes en la Cámara y solo una mujer (el 3 %); y Rosa Gómez Limia, por el PSdeG-PSOE, con 22 parlamentarios y una mujer (el 5 %).

Cuando sí empezaría a apreciarse el cambio sería a partir de la tercera legislatura (1990-1993), cuando el número de parlamentarias subió a diez (el 13 % de los 75 diputados): cinco en el PP, con 38 escaños (el 13 %); cuatro en el PSdeG-PSOE, con 28 (el 14 %); y uno en la Coalición electoral BNG, con cinco (el 20 %). En la cuarta legislatura (1993-1997), pasarían a ser 14 (el 19 % de los 75 diputados): diez en el PP, con 43 escaños (el 23 %); dos en el PSdeG-PSOE, con 19 (el 11 %); y dos en la Coalición electoral BNG, con trece (el 15 %).

Ya en la quinta legislatura (1997-2001), serían 16 las mujeres en la Cámara gallega (el 21 % del total de los 75 diputados): diez por el PP, con 42 representantes (el 24 %); tres por el BNG, con 18 (el 17 %); y tres por la Coalición Electoral PSdeG/EU-EG/Os Verdes, con 15 (el 20 %). En la sexta legislatura (2001-2005), se duplicarían las mujeres, hasta llegar a 30, suponiendo ya un amplio porcentaje de la Cámara compuesta por 75 diputados (el 40 %): 17 por el PP, con 41 escaños (el 41 %); seis por el BNG, con 17 (el 35 %); y siete por el PSdeG-PSOE, con 17 (el 41 %).

En la séptima (2005-2009), se mantuvieron en 30 (el 40 %): once en el PP, con 37 representantes (el 30 %); once en el PSdeG-PSOE, con 25 (el 48 %); y cuatro en el BNG, con 13 (el 31 %). En la octava (2009-2012) subieron a 45 (el 60 %): 25 del PP, con 38 representantes (el 66 %); trece del PSdeG-PSOE, con 25 (el 52 %); y siete del BNG, con doce (el 58 %).

Sería en la novena legislatura (2012-2016) cuando habría un ligero retroceso, quedándose en 41 las diputadas (el 55 %): 25 del PP, con 41 escaños (el 53 %); ocho del PSdeG-PSOE, con 18 (el 53 %); cuatro de Alternativa Galega de Esquerdas, con nueve (el 44 %); y cuatro del BNG, con siete (el 57 %). En la décima (2016-2020) volvieron a subir a 47 (el 67 %): 25 del PP, con 41 representantes (el 61 %); ocho del PSdeG-PSOE, con 14 (el 57 %); diez de En Marea, con 14 (el 71 %); y cuatro del BNG-Nós, con seis (el 67 %).

En la actualidad, el número de mujeres ha vuelto a descender, pero sigue siendo superior a la mitad de los 75 diputados que componen el Parlamento gallego: un 52 %.