contaminación acústicA. Galicia registró el año pasado niveles históricos de reducción del ruido ambiental debido a las medidas adoptadas frente al coronavirus TEXTO Concha Arias

La pandemia que logró el silencio en las calles

Medio Ambiente
Concha Arias
La compostelana rúa da Raíña, a menudo llena de gente, vacía durante uno los primeros días del confinamiento que empezó en España el 14 de marzo del pasado año. Foto: Fernando Blanco

En la memoria común de todos los gallegos permanece aún la imagen de las calles vacías durante el confinamiento total decretado el 13 de marzo de 2020. Muchos en las ciudades confesaron en aquellos días que habían descubierto el cantar de los pájaros. Existía, pero no lo escuchaban. Además del miedo y la incertidumbre, la COVID también trajo en los primeros días de la pandemia el silencio fuera de los muros. Tanto que el año 2020 dejó en Galicia registros históricos en cuanto a la reducción del ruido ambiental.

Es lo que apunta del último informe anual sobre la situación acústica de la comunidad que publica la Consellería de Medio Ambiente. Las medidas adoptadas frente al virus durante el estado de alarma tuviero un impacto directo sobre la contaminación acústica hasta el punto de que en las estaciones más representativas de la red de ruido de la Xunta se registraron disminuciones que llegaron al 50 % respecto al año anterior en los principales índices que se utilizan como referencia.

Coincidiendo con los estadios iniciales de la pandemia, señala el informe, se observó en Galicia una “tendencia de caída abrupta” en la contaminación acústica, que fue recuperándose a medida que la situación se normalizaba y el bullicio volvía poco a poco a las calles, aunque nunca ha vuelto a ser, todavía, como antes del encierro total.

Los valores alcanzaron descensos puntuales de entre un 70 % y un 75%, según la estación de referencia, y el 50 % en el conjunto del confinamiento, en las estaciones de mayor actividad, como son las de Vigo y Ourense, apuntó ayer la Consellería de Medio Ambiente, que hizo público su informe coincidiendo con el Día Internacional de la concienciación sobre el ruido.

El tráfico, los eventos de ocio y los fenómenos meteorológicos son habitualmente, por ese orden, los principales agentes de contaminación acústica. Del análisis del ruido ambiental del primer año de la pandemia se concluye que hubo una disminución significativa de los índices de ruido por la reducción del tráfico rodado y, en casos puntuales, la ausencia de fiestas habituales en ciertas zonas.

COia Cumplió por primera vez. “El caso más claro –apunta la Xunta– es el de la estación de Coia, en Vigo, donde la bajada fue de un 85% respecto a la serie de referencia, y que por primera vez cumplió los valores normativos”.

Medio Ambiente recordó ayer que la contaminación acústica es una de las alteraciones ambientales que más preocupación social produce. Se estima que en Europa dos de cada tres personas están sometidas a niveles de ruido molestos que repercuten en su calidad de vida.