La tercera ola dejó en Galicia a más de 234 personas sin trabajo al día

Entre enero y marzo se pierden 21.100 ocupados // Aumentan en 15.700 los parados // La cifra de inactivos en la autonomía se dispara hasta superar los 24.000
Encuesta de Población Activa
Íñigo Caínzos/José Calviño
Participantes en un programa de empleo para concellos financiados por la Deputación da Coruña. Foto: D.C.

Los datos de la Encuesta de la Población Activa del primer trimestre del año siguen reflejando el importante impacto de la pandemia en el mercado laboral gallego. Entre enero y marzo, los efectos de las restricciones en respuesta a la tercera ola del coronavirus destruyeron 21.200 puestos de trabajo, un 1,96 % del total, que se sitúa en 1.059.800 ocupados. La sangría laboral supuso la pérdida de más de 234 de media diaria que, aunque están todavía muy lejos aún de los 363 que, por jornada, se volatilizaron entre abril y junio del año pasado por el confinamiento y la hibernación de los sectores económicos no esenciales, constituyen una cifra temible.

La EPA con la que arranca el que debía ser el año de la recuperación refleja, además, que Galicia lideró el incremento del desempleo, con 15.700 parados más, un aumento del 11 %. En el conjunto de España, en cambio, se redujo un 1,77 %, con 65.800 menos, el mejor dato que se recuerde en los últimos años.

De este modo, en Galicia hay 158.300 personas que no tienen trabajo. El número total de hombres se sitúa en 74.700 (son 9.300 más que en diciembre) y el de mujeres de 83.600 (crecen en 6.300).

En cómputo anual son 1.500 desempleados totales más que en el primer trimestre de 2019, momento en el que la pandemia dejó notar sus primeros coletazos en la economía, con el cierre total del país a mediados del mes de marzo. Desde entonces, el paro ha aumentado un 1,5 %, dato que contrasta, y aquí cambian las tornas, con el del conjunto de España, donde se disparó un 10,3 % tras sumar 341.000 personas sin trabajo.

Así las cosas, la tasa de paro estatal alcanzó a finales de marzo el 15,98 %, mientras que en la comunidad se situó en el 13 %. El dato es mayor en las gallegas (14,29 %) que en los gallegos (11,8 %), a pesar de que en la variación interanual el número de desempleados entre el sexo masculino aumentó en 2.800 personas, un 3,9 % más, mientras el volumen de paradas disminuía en 1.300, un 1,5 % menos que al cierre de marzo de 2020.

En cuanto a la evolución de la ocupación, Galicia empeoró la media estatal, que limitó la caída al 0,71 %. Sin embargo, de un año para otro, aunque los datos no son buenos, sí que son mejores que la media nacional. La variación anual de ocupación fue de un -2,15 % en Galicia (con 23.200 ocupados menos), mientras que en España fue del -2,41 %, tras la pérdida de 474.500.

El desajuste entre el aumento de parados y el descenso de ocupados se explica por la caída de la población activa, la que trabaja o busca empleo, y que se redujo en 5.500 personas en estos tres primeros meses. Hay cerca de 1,22 millones de personas activas en Galicia, lo que supone medio punto porcentual menos que en diciembre, y un 1,75 % menos que en el primer trimestre del pasado año, cuando había 21.700 activos más.

En términos interanuales los efectos de la pandemia son evidentes también en el fuerte repunte de las personas consideradas inactivas, que es el epígrafe que recoge desde los estudiantes a jubilados o prejubilados, personas que realizan labores del hogar –como las amas de casa, que de inactivas nada tienen–, afectadas por una incapacidad permanente, que perciben pensiones distintas a las del retiro laboral o que realizaron, sin remuneración alguna, trabajos sociales o actividades benéficas. Su cifra se disparó en Galicia a 24.400 personas (un 2,2 %), para totalizar más de 1.123.200.

Por sectores. El empleo descendió en todos los sectores en Galicia en el primer trimestre en comparación con el último de 2020, con 5.800 personas ocupadas menos en la industria, 5.600 en los servicios, 5.300 en la construcción o 4.400 en el primario, la agricultura y la pesca. En términos relativos la caída fue mayor en la construcción, que pierde un 7 % del empleo que tenía al final de 2020; seguido del agro y mar (-6,2 %), las fábricas (-3,3 %) y el ámbito que engloba a hostelería, comercio y otros (-0,7 %).

En el impacto interanual los mayores golpes los vivió la industria, que redujo en 22.400 los empleos (-11,7 %); la construcción perdió otros 6.200 (un -8,1 %) y el sector primario se quedó sin 1.700 (2,5 % menos). Solo creció la ocupación frente a la de hace un año en los servicios, con 7.000 empleos más, un 0,9 %.

Valoración de la ministra. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, afirmó que los datos de la última EPA “vuelven a demostrar la eficacia de las medidas” aprobadas por el Gobierno.

Lo señaló durante su intervención en la Asamblea General de la Confederación Española de la Economía Social (Cepes), donde destacó que se produjo en España la mayor reducción del paro en un primer trimestre de 2002.

El caso es que sin la aplicación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que a finales de marzo amparaban a 34.759 gallegos, sólo en la comunidad el paro podría haber crecido en cincuenta mil personas.