La Xunta no reorientará su presupuesto: “Para pactos de última hora, Moncloa”

Rueda defiende el corte social de los Orzamentos y advierte que las cuentas han de ser sostenibles // El PSdeG le reclama cambios y políticas para las personas
Xoana Cibes

El Gobierno autonómico seguirá su hoja de ruta con los Orzamentos de 2023. No los reorientará, como le pidió ayer el portavoz parlamentario del PSdeG, porque se mantiene lejos de “pactos nocturnos” y no “improvisa” las cuentas.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, resumió en la sesión de control al Ejecutivo en el Pazo do Hórreo, su parecer ante la propuesta socialista en una sola frase: “Este Gobierno es serio y aprobamos los presupuestos todos los años en tiempo y forma, y esto permite hacer políticas públicas, también de ayudas sociales. No improvisamos”. Y, por si había dudas de por dónde iba, espetó al socialista Luis Álvarez: “Para improvisaciones y pactos de última hora para poder mantenerse en La Moncloa, ya están ustedes”, en alusión evidente al pacto sellado entre PSOE y Podemos para los Presupuestos Generales del Estado.

Lo que propuso Álvarez fue “paralizar” la presentación de los presupuestos gallegos para 2023 y reorientarlos desde el punto de vista social porque, dijo, “faltan políticas para las personas”.

En su réplica, el presidente destacó el incremento del gasto en el área social con el PPdeG al frente de la Xunta. Aludió, por ejemplo, a los 930 millones para esta área en 2022, “el doble”, dijo, de lo que destinaba el anterior Gobierno bipartito (2005-2009).

Enfrente, el portavoz socialista contrapuso el incremento del coste de los servicios y la falta de “convergencia” con otras comunidades. Luis Álvarez lamentó que Rueda no aprovechase su comparecencia en O Hórreo la pasada semana para concretar medidas “para mejorar la vida de las personas”. “Nada de lo que dice tranquiliza a las personas con dificultades”, dijo.

Previamente, se había referido a los datos recientes del Instituto Galego de Estatística (IGE), según los cuales “la mitad de los gallegos tienen dificultades para llegar a fin de mes”, una “tragedia” –lamentó– ante la que el Ejecutivo gallego permanece “impasible” y “centrado en la descalificación del adversario”.

Entre otras cuestiones, ha denunció el “fracaso estrepitoso” de las políticas de vivienda autonómicas y el desplazamiento de los mayores de 80 años a los grandes centros de vacunación para recibir la cuarta dosis frente a la covid-19. “Un matrimonio de Negueira de Muñiz tiene que gastar más de 200 euros en taxi para vacunarse”, reprobó el socialista al presidente.

“Paralice la presentación de los presupuestos, que no responden a las necesidades de los gallegos y colaboremos para reorientarlos”, pidió Álvarez, dispuesto, él y todo el grupo socialista, a acudir al Pazo do Hórreo “todos los días de noviembre y diciembre” para cerrar unas nuevas cuentas autonómicas.

La visión de Rueda respecto a la falta de políticas para la gente en los Orzamentos es otra. Rueda recordó que el IRPF, además de bajar del 9,4% al 9% en el tramo autonómico como avanzó en su discurso de investidura, tendrá una nueva rebaja en rentas de hasta 35.000 euros para paliar la inflación, con efectos desde enero de 2022.

Y al margen de reafirmarse en esta senda fiscal “propia” de la comunidad, sin avanzar más cifras, adelantó que el compromiso “social” de la Xunta también se visualizará en los presupuestos para 2023, que dedicarán “la máxima potencia que se pueda” a los servicios sociales. “Son fundamentales”, reconocido y esgrimió que la Xunta es “consciente” de las dificultades de la ciudadanía.

En todo caso, remarcó los avances en esta área en los últimos años y aludió al Índice DEC de desarrollo de servicios sociales, que sitúa a Galicia en el sexto puesto del ránquin etatal. Aunque el Ejecutivo no se “conforma” y ve preciso “seguir mejorando”, no es un mal puesto para un total de 17 autonomías, consideró el titular de la Xunta.

Dicho esto, tras reafirmar que se verá el compromiso social dentro de las capacidades que permitan unas cuentas con un techo de gasto récord (12.600 millones), advirtió de que deben ser “sostenibles. “Tienen que ser sostenibles y no para sostenerse un tiempo más en el Gobierno”, insistió. Luego dio su receta: , “Sentidiño, estabilidad y continuidad”.