Las calles gallegas expresan su rechazo a la violencia machista

Concentraciones y manifestaciones salpicaron toda la comunidad autónoma para trasladar la solidaridad con las víctimas, un total de 63 desde el año 2003
Elena Piñón
La USC denunció en un manifiesto, leído por varios miembros de la comunidad universitaria, que la violencia contra las mujeres es una amenaza para la salud pública mundial.

Las calles gallegas respondieron ayer con concentraciones y manifestaciones al llamamiento realizado en días pasados por colectivos feministas con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Distintos actos salpicaron la geografía y sirvieron para expresar el rechazo a la violencia de género en la fecha, 25N, que está marcada en rojo en el calendario.

Las concentraciones con un minuto de silencio se secundaron ante distintos organismos oficiales del Estado, como la Delegación del Gobierno en Galicia, en A Coruña, y de la Xunta en Santiago, en concreto, en San Caetano, o los ayuntamientos, entre otros, con el mismo objetivo, trasladar la solidaridad con las víctimas y decir “no” a la violencia de género.

A ellas, se sumaron otras iniciativas como la movilización de la Marcha Mundial das Mulleres, convocada en varias ciudades gallegas a lo larfo de la tarde. Además, en Vigo hubo una concentración del Feminismo Unitario, mientras que en A Coruña Marea Feminista colgó en el transcurso de la mañana en el Obelisco carteles con los nombres de las mujeres asesinadas este año.

En el caso del acto celebrado ante la Delegación del Gobierno, su máximo responsable, Javier Losada, apeló a una “acción decidida en pro de la erradicación de la violencia contra las mujeres y de las actitudes sociales que la toleran, la justifican o incluso la banalizan”.

Así lo proclamó durante el acto central celebrado ante
la sede oficial, que por la tarde se iluminó de morado para conmemorar el 25N co-
mo lo hicieron también otros edificios oficiales en toda
la comunidad autónoma.

En la lectura de una declaración institucional representante gubernamental, se reiteró también el “sólido y firme compromiso con la igualdad efectiva y con la prevención y la respuesta frente a todas las formas de la violencia machista” de la que ha dicho que persiste “más allá de la situación de crisis sanitaria y social que vivimos”.

Así, Javier Losada recordó que en lo que va de año “la violencia de género se ha cobrado la vida de 41 mujeres y de 3 niños y niñas”. “En Galicia, este año ya ha habido 2 mujeres asesinadas y 63 desde 2003”, precisó.

Por otra parte, detalló que “una de cada dos mujeres ha sufrido al menos una forma de violencia machista a lo largo de su vida”. “Estas cifras ponen de manifiesto una realidad innegable y que nos interpela a todos: obligándonos a una acción decidida en pro de la erradicación de la violencia contra las mujeres y de las actitudes sociales que la toleran, la justifican o incluso la banalizan”, prosiguió Javier Losada.

Con posterioridad a este acto, ante la Delegación del Gobierno, se celebró también una concentración de la CIG, convocada asimismo en otras ciudades gallegas, con el lema ‘Descuidar a quien cuida es violencia machista’.

En él, la secretaria confederal de Mulleres de la CIG, Margarida Corral, instó a los poderes públicos a “mojarse” y a invertir en políticas que eviten la precarización de las mujeres, en especial de las que se dedican al cuidado de otras personas, dijo al incidir en la labor de este colectivo durante la pandemia.

“Quién protege a quién cuida”, se preguntó al cuestionar medidas como el plan de corresponsabilidad del Gobierno en el ámbito del cuidado profesional. “Que va a ser a domicilio y por horas, van a precarizar a las mujeres”, argumentó.

En este contexto, denunció la “violencia institucional” que, según expuso sufren las mujeres, una de las “grandes violencias” que consideró “olvidadas”. Con ello, se refirió a la falta de medidas, agregó, “dirigidas a proteger los derechos más elementales de las trabajadoras”.

Y frente a minutos de silencio que calificó de “hipócritas”, reclamó a las administraciones “una inversion publica real”. En particular, en Galicia exigió que “el sistema gallego de atención a las personas sea una realidad ya”.

De otro lado, la Fundación Érguete pola Integración y la Asociación Érguete se sumaron a la “visibilización” de la violencia machista, y lo hicieron colocando 41 pares de zapatos a las puertas de su sede en Vigo, en memoria de otras tantas mujeres asesinadas en España en lo que va de año. Maite Pena, responsable del área de Igualdad de la Fundación, explicó que este año, con las restricciones derivadas de la pandemia, optaron por recuperar la iniciativa de la artista mexicana Elina Chauvet, de simbolizar a las víctimas colocando pares de zapatos para hacerlas “visibles” y para “recordar a la sociedad que cada año siguen muriendo mujeres” debido a la violencia de género.

Según recordó, en Érguete se trabaja con “personas vulnerables” y “un alto porcentaje” de las mujeres que acuden a programas o talleres son o han sido víctimas de violencia machista. Así, puso como ejemplo un taller de empleo para mujeres que están en prisión, de las que “el 85 % fueron víctimas de violencia de género, y cometieron los delitos bajo esa violencia”.

Además, apuntó que las adicciones o la mala situación económica en las mujeres socialmente vulnerables también “empeoran su situación” cuando son víctimas de violencia machista, porque no tienen capacidad para “empoderarse” ni recursos para “salir de esa situación”.

Pena incidió en la necesidad de “visibilizar” los casos de violencia de género, especialmente en el contexto de la pandemia que obligó a varios meses de confinamiento.