Las comunidades de vecinos quieren volver a reunirse

COVID
Redacción
Un edificio del barrio de Vite, en Santiago, donde este año se empezó a colocar el ascensor Foto: Antonio Hernández

Cambios en los contadores de la calefacción, obras para mejorar la eficiencia energética, colocación de ascensores... las comunidades de propietarios empiezan a acumular decisiones importantes que tomar por la imposibilidad de reunirse. Los vecinos de algunos edificios llevan casi dos años sin celebran las juntas anuales por culpa de las restricciones del covid. Aunque ya se han ampliado aforos y se han levandado medidas restrictivas para contener la pandemia en sectores como la hostelería y el ocio nocturno, todavía se mantiene la prohibición, vigente hasta que finalice este año, de celebrar juntas ordinarias de comunidades de propietarios.

El Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga) integrado por más de 600 profesionales, pide que se levante cuanto antes esa prohibición y advierten de que “están en juego numerosas cuestiones importantes para las comunidades que se han pospuesto durante demasiado tiempo y que es preciso normalizar la situación”.

En concreto, el Coafga advierte de que en 2022 comienzan y terminan plazos para ayudas y “habrá que tomar decisiones importantes” como las relacionadas con el cambio de los contadores de la calefacción, ya que el plazo termina en 2022 para cambiar los contadores de la calefacción comunitarios a los individuales.

Apunta otros aspectos como los puntos de recarga vehículos eléctricos en garajes, cuyo plazo para pedir ayudas termina en 2023. A través de la segunda línea del Moves III, la Xunta ofrece a las comunidades de propietarios ayudas de entre el 30% y el 80% para instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos en garajes. Éstas se pueden solicitar hasta el 31 de diciembre de 2023, previo acuerdo de la junta.

A ello suma el hecho de que “el sector de las reformas está saturado”, un factor que, avisa, “junto a la imposibilidad de realizar reuniones ordinarias presenciales puede suponer la reducción de un gran número de solicitudes”.

Por ello, la entidad colegial recuerda que desde que se declaró el estado de alarma por la pandemia de la Covid-19 en marzo de 2020, “apenas se celebraron en Galicia juntas de propietarios”, cuando antes de la crisis sanitaria “se registraban más de 50.000 reuniones ordinarias al año y unas 17.500 extraordinarias”, concluye.