Los ingresos tributarios caen la mitad en Galicia que en España

Hasta octubre el dato estatal baja, en términos netos, el 10,1 % frente al -5,6 % de la delegación gallega // Esta acumula 5.928,5 millones y sube un 3,2 % en IRPF
COVID
Santi Riveiro
Colas de contribuyentes aguardando turno en la última campaña del IRPF ante la sede de la AEAT en Santiago. Foto: F. Blanco

Con la que está cayendo por culpa del coronavirus, sorprende, y mucho, que “los ingresos tributarios hasta octubre caen por debajo del 10 %, en concreto, un 8,7 % en términos homogéneos, con respecto al año anterior”. Son palabras que Jesús Gascón, director general de la Agencia Tributaria pronunció en la reciente Jornada Lefebvre sobre el Proyecto de Ley prevención y lucha fraude fiscal.

Acudimos a las propias estadísticas de la AEAT y constatamos que, con los datos ingresos netos, la caída en el acumulado de los diez primeros meses se sitúa en todo el territorio estatal en el 10,1 %, pues frente a los 183.110 millones de euros acumulados en 2019, se pasó a 164.630.

En Galicia el descenso es mucho más comedido, cercano a la mitad del dato estatal. La delegación especial para nuestra comunidad contabiliza entre enero y octubre una recaudación de 5.928,5 millones, un 5,6 % menos que los 6.283,2 que se alcanzaban en idéntico periodo del pasado ejercicio, cuando vivíamos en medio de abrazos y encontrándonos más de seis en seis.

A pesar del impacto de la pandemia de la COVID, en Galicia el principal de los impuestos directos, el que grava la renta (IRPF) aumenta en los diez primeros meses del año un 3,2 %, fruto de unos ingresos brutos de 3.277,2 millones de euros, que en 2019 fueron en idéntico acumulado 3.219,2, un 1,8 % menos, mientras las devoluciones bajan este curso un 3,4 %, de cerca de 667 a 644,5 millones. En el conjunto de España el IRPF reduce hasta octubre se sitúa plano, en torno a los 73.600 millones de euros aportados a las arcas públicas, casi idéntica cifra que un año atrás.

El siguiente en relevancia es una figura indirecta, el IVA, que grava un consumo a la baja, pero que descendería a mucha más velocidad en el conjunto del Estado que en tierras gallegas. Así, aquí baja un 3,7 %, algo menos de 92 millones, mientras el descenso en todas las delegaciones de la AEAT se dispara al -12,e se volatilizan algo más de y supone recaudar algo más de ocho mil millones de euros.

Dramática es la evolución del Impuesto de Sociedades que abonan las empresas, con caídas del 27,7 % en Galicia y hundimientos también mucho mayores, del 36 %, en el conjunto de España.

En cuanto a los impuestos especiales –gasolina, alcohol, tabaco...– aquí cambian las tornas: se despeñan un -27,5 % en la comunidad, frente al -12,3 % generalizado.

Según explicó el director general de la AEAT la caída se debe especialmente a los aplazamientos concedidos en el primer semestre del año por la COVID. Jesús Gascón manifestaba que, teniendo en cuenta que la caída de la actividad económica, según todas las previsiones, va a estar por encima de ese porcentaje del 8-10 % de reducción de ingresos fiscales, es un “dato positivo”, pues el principal indicador de que las cosas van razonablemente bien en el sistema tributario de un país es que “la evolución de los ingresos sea mejor que la evolución de la actividad económica”. A España se le augura una caída del PIB del 12 %, que Galicia atempera al -11,1.