Los investigadores no consiguen aportar detalles nuevos acerca de los detenidos del narcosubmarino

Anodina segunda sesión en el juicio donde los agentes se limitan a relatar que los acusados fueron incapaces de localizar un camión para descargar la droga
Antonio P. Fidalgo
AUDIENCIA DE PONTEVEDRA. Tres de los acusados en el juicio del narcosubmarino sentados en el banquillo durante una vista sin novedades. Foto: Salvador Sas

No hubo sorpresas tras la decepción de la primera jornada del juicio en el que se sientan en el banquillo los siete detenidos por la cocaína localizada en el narcosubmarino de Aldán. El pescado parece estar todo vendido tras las escuetas declaraciones de los tres tripulantes y solo se trata de intentar justificar un operativo que levantó una gran expectación pero que acabará sin grandes sobresaltos: nadie va a contar quiénes financiaron el alijo y todos están convencidos que los siete acusados son meros peones sin trascendencia.

Tocaba el segundo día del juicio las declaraciones de los agentes que participaron en el operativo que se empeñaron en demostrar que habían realizado un magnífico trabajo cuando, en realidad, siguieron una hoja de ruta marca da con muchos borrones.

Un responsable de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) afirmó algo que ya todos los presentes sabían: que varios de los acusados trataron de alquilar una embarcación en Vigo días antes de culminar la operación que permitió la incautación de 3.000 kilos de cocaína.. No dijo nada de que fueron incapaces de hacerlo por falta de medios y solvencia. Durante la segunda jornada del juicio, el responsable de la UDEF declaró, como informó EL CORREO hace más de año y medio, que uno de los acusados, Iago Rego, residente en Lleida, contactó con un hombre para solicitarle un camión, pero este se limitó a ofrecerle un todoterreno, en el que, según la versión oficial, iban a cargarse los más de 130 fardos de cocaína.

Como gran avance aportó que al pedirle Iago continuar la conversación realizada por mensajería instantánea a través de otra aplicación, este hombre le indicó que no disponía de esa herramienta en su teléfono móvil y la comunicación entre ambos cesó, ante la sorpresa de los presentes en la sala judicial.

El responsable de la UDEF apuntó que días antes de interceptarse el narcosubmarino’, tres de los acusados, Iago Serantes --considerado el líder de la trama por la Fiscalía---, su padre, Enrique Carlos Serantes , y Iago Rego acudieron en un vehículo a Vigo para citarse con otro hombre al que solicitaron una embarcación para “llevar víveres más allá de Cíes”. Sin embargo, este varón afirmó que carecía de ella y consideró que se trataba de “un asunto raro”.

Además, el día 22 de noviembre de 2019 -dos días antes de localizarse el batiscafo, los dos Iagos se desplazaron a un establecimiento de ropa y material deportivo situado en Vigo para adquirir varios efectos.

Asimismo, dos agentes de la Guardia Civil declararon que el día de los hechos se les encargó buscar una embarcación que se preveía que llegase a la ría de Aldán y que localizaron a un hombre en un vehículo junto a la playa de O Foxo, aunque le permitieron abandonar el lugar al comprobar que carecía de antecedentes. Esa persona era el compostelano Rodrigo Hermida Movilla.

Posteriormente, relataron que divisaron una luz y, al aproximarse, observaron que tres personas transportaban efectos. Al ver advertida su presencia, se identificaron como agentes y pudieron detener a un hombre, Luis Tomás Benítez Manzaba, a quien tuvieron que ayudar a salir del agua al encontrarse exhausto. También localizaron una maleta.

Otro guardia civil detallo que participó en la búsqueda de los tripulantes huidos, en el marco de la que detuvo al ecuatoriano Pedro Roberto Delgado que reconoció como suya la maleta encontrada en el operativo y fue trasladado a dependencias policiales.

Un responsable del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) del Cuerpo Nacional de Policía en Galicia también ha detallado que su equipo recibió varios números de teléfono involucrados en el caso el día 25 de noviembre y trabajó para comprobar su titularidad. Así, ha indicado que se verificó que dos de ellos correspondían a Iago Sserantes y otro al abuelo de Agustín Álvarez, el rpesunto piloto y uno de los tripulantes del submarino. Es decir, nada nuevo.