Luz y gas un 83 % más caros disparan el IPC gallego, récord en cuatro décadas

La inflación sube hasta el 10,5 % anual en marzo, siete décimas sobre la media de España // Crece un 3,3 % mensual frente a febrero // El IGE apuesta por una ligera moderación durante este abril
Crisis de precios
José Calviño

El bolsillo ya no lo resiste más. Acudir a la cartera para abonar cualquier producto se ha convertido en un auténtico suplicio. Parafraseando a Alaska y los Pegamoides, sufrimos auténtico terror en el hipermercado, horror en el ultramarinos... y pavor en la gasolinera o cuando encendemos la luz, la vitro, el horno, la lavadora o la calefacción.

Porque el índice de precios de consumo (IPC) se disparó un 3% en marzo en relación al mes anterior en España, y más incluso en Galicia, con el 3,3 %. Pero lo peor fue el golpe interanual, que empeoró su tasa más de dos puntos frente a idéntico periodo del pasado ejercicio: la vida es hoy hasta el 9,8 % más cara que entonces de media, el valor más alto en 37 años. Pero es que en la comunidad gallega el incremento de la inflación anual es siete décimas superior, con un repunte del 10,5 %, la mayor tasa desde octubre de 1984. Entonces llegó, en el mes de octubre, a una cota aún mayor, del 10,9 %.

El principal causante es la evolución de unos productos energéticos que se han disparado un 61,9 %, que viene a empeorar la ya brutal subida frente a 2021 del 44,5 % en febrero o el 33,6 % que inició el año. Sólo luz, gas y otras fuentes para calentar el hogar se dispararon un 83 %. Los alimentos elaborados se calentaron en tierras gallegas un 6,9 % y aquellos frescos o sin elaborar un 5,5 %.

El mayor registro en casi cuatro décadas sitúa a la autonomía como la quinta más inflacionista, sólo superada por Castilla-La Mancha (11,7), Castilla y León (11 %), Aragón (10,7) y La Rioja (10,6 %). En el extremo opuesto está Canarias, con un IPC interanual que sube el (8,4 %).

El Instituto Galego de Estatística (IGE) había previsto que la variación anual para marzo se situaría en el 10,2 %, valor tres décimas inferior al finalmente alcanzado (10,5 %). En cuanto a la inflación subyacente, que elimina del cómputo a los elementos más volátiles, como los precios energéticos o de los alimentos frescos, alcanzó el 3,9 % finalmente, frente al 3,6 % vaticinado. Para este abril en curso, la predicción del IGE es que el IPC se moderará a una tasa interanual del 9,3 %, por tanto 1,2 puntos menos que la del pasado marzo. Seguirán los productos energéticos en niveles altísimos frente al ejercicio anterior, con el 47,1 % de incremento de precios, que elevarán aún más que en marzo la inflación tanto en los alimentos con elaboración (7,5 %) como sin ella (6,7 %).

Con todo, aprecian que la subida mensual se quedaría en el 0,1 %. En cuanto a la inflación subyacente repuntará un paso más, a un 4,1 %.

Según el informe del IGE, en términos de variación interanual las tasas se movieron entre el 10 % de A Coruña y el 10,9 % de Ourense y Pontevedra. En Lugo fue del 10,7 %.

Los grupos de vivienda, auga, electricidad, gas y otros combustibles se dispararon un 38,9 % anual; el transporte, 19,1; los alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecen un 6,7 %; restaurantes y hoteles el 5,5 %; Estos cuatro apartados principales del índice son los que más repercuten en su aumento, aportando 9,6 puntos de los 10,5 de repunte experimentado el pasado marzo.

En comparación a febrero los precios en Galicia más locos fueron en marzo pasado de nuevo el de la vivienda y sus gastos asociados, incluidas las cuotas por el agua, la luz y el gas y oros combustibles para calefacción, con un 11,6 % de subida en sólo un mes; también otra vez el transporte (7,5 %); el vestido y calzado (1,8 %) y la hostelería (1,4 %). Sólo se abarató el grupo del ocio y la cultura, aunque sólo una décima.

Las rúbricas o productos y servicios más concretos que más se encarecieron en esos 30 días fueron la calefacción, alumbrado y distribución de agua, con un 20,7 %; la movilidad personal, con el 7,6 %; y el turismo, hoteles, bares y restaurantes, con un 1,2 %. Bajaron, en cambio, las de cereales y derivados (-0,1 %); otros preparados alimenticios (-0,1); carne de ovino (-3,5 %); y la de vacuno (-0,3 %).

En las cifras de abajo se registran las rúbricas con mayores repercusiones positivas en el IPC, así como grupos especiales, lideradas por la energía –en hogar y transporte– y los aceites usados para cocinar, en los dos casos impacto directo por la invasión rusa de Ucrania.

Tocado techo. Ante tal oscuro panorama, una esperanza: los economistas de Funcas, la fundación de las antiguas cajas de ahorros, apuntan que la inflación habría tocado techo en marzo, y que los precios descenderán a partir de abril, si bien seguirán en niveles muy elevados todo el año, para concluir diciembre con un IPC anual del 4,4 %.