Menos de dos mil coches eléctricos en un parque gallego de 1,6 millones

El mercado del automóvil no levanta cabeza en lo que va de año, ni en Galicia ni en el conjunto de España. Lo prueban los datos de matriculaciones del pasado septiembre y el acumulado en los primeros tres trimestres. El mes pasado la caída estatal fue del 15,7 %, hasta las 47.584 unidades; la gallega de casi el doble, del 29,4 %, con sólo 1.910. Desde enero Galicia también cae casi un diez por ciento, con 18.578 unidades, menos de tres de cada cien del mercado español, donde crecen en cambio un 8,8 %, hasta 647.955 turismos y todoterrenos. Sin embargo, frente a los nueve primeros meses de 2019 las ventas caen un 33 %.

El sector de la automoción vive un momento especialmente preocupante, pues a la crisis de los microchips y los altos precios de otras materias primas, se suman las incógnitas que arroja en los consumidores la transición ecológica decretada en la UE, que pone en cuarentena los motores de carburación dependientes del petróleo.

El camino hacia la movilidad sostenible, donde debe ganar peso la electrificación, será sin embargo largo. Al cierre del año pasado había, según datos facilitados a EL CORREO GALLEGO por Ganvam –la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios–, cerca de 1,6 millones de automóviles, y los eléctricos puros se limitaban a menos de 1.500. Y, en lo que va de año se han sumado, según sus registros, otros 370.

Contrasta con los cerca de un millón cien mil vehículos diésel y 466.000 a gasolina, los motores que carburación que copan un parque automovilístico gallego que sobrepasa los doce años de antigüedad media. Los híbridos a gasolina avanzan hacia los 23.000, mientras que los más raros que se combinan con el gasóleo superan los dos mil.

Otros motores alternativos en la comunidad son los que utilizan para funcionar gas licuado de petróleo (GLP), con 2.732, gas natural comprimido, con 263, y únicamente siete quemarían etanol para rodar.

Complicado es hacerse con el dato oficial de puntos de recarga accesibles al público para coches eléctricos que existen en Galicia. Ni el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) de la Xunta, ni el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio para la Transición Ecológica lo aportan todavía. Curiosamente desde estas dos fuentes nos remiten a una web, www.electromaps.com, donde existe un mapa que pueden actualizar los propios usuarios de estas electrolineras, sus tiempos e incluso la experiencia en la recarga.

Más allá de los hogares preparados para los coches a batería, en esta fuente confirmamos que los puntos que hay en España de acceso público actualmente son 21.410, mientras que en Galicia se situarían en 774 ubicaciones donde es posible surtir al coche de electricidad, desde estaciones de servicio a hoteles, concesionarios, parquins y centros comerciales, repartidos por toda la comunidad, en especial en las urbes.

Contrastan con las cerca de 670 gasolineras que detalla el Geoportal de Hidrocarburos (que suman miles de surtidores), apenas 47 que ofrecen GLP, sólo dos gas ligadas a Naturgy que ofrecen natural comprimido y una única que ofrece gas natural licuado. La diferencia es que en las anteriores el repostaje se hace de forma casi instantánea, en minutos a lo sumo, y en las electrolineras toca esperar desde media a varias horas si se quiere una recarga total.

Desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), en la colaboración con la patronal de los concesionarios (Faconauto), presentaron este verano un Mapa de Despliegue de Puntos de Recarga de Acceso Público para Vehículos Electrificados que propone el despliegue de 16.426 electolineras en 2030 en Galicia, de un total de 340.000 en España, como el mínimo para impulsar la demanda de vehículos electrificados y cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

Coste de la luz

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte en un reciente informe de que las últimas subidas del precio de la luz han incrementado de manera muy significativa el coste de cargar un automóvil eléctrico, aun enchufándolo en horario valle, de las doce de la noche a las ocho de la mañana entre semana y todo el fin de semana: de los 190 euros al año que costaba en 2020 recorrer 10.000 kilómetros, a los 447 euros al año que costaría con el precio actual. Es decir, 257 euros más al año.

Aun así, el automóvil eléctrico sigue saliendo a cuenta frente a un coche similar con motor de gasolina 7.500 euros más barato, como por ejemplo un Peugeot 2008. Y eso que el precio de la gasolina se ha encarecido sobre un 22 % en los últimos doce meses. Ahora la amortización del coche eléctrico, incluyendo el descuento de 4.500 euros del Plan Moves III, se alarga de dos años y medio a cuatro años, aunque la OCU sigue recomendando dar este salto. S. R.