Miñones avanza resultados “prometedores” en la lucha contra la niebla de la A-8

Este martes finalizó la prueba de campo de sistemas de difusión por aspersores y de balizamiento lateral con luz láser, entre otros
Tráfico
Redacción ECG

La niebla en la A-8 siempre ha sido un aparatoso percance con el que miles de conductores diarios tienen que lidiar en la zona de Lugo. Sin embargo, las nuevas tecnologías sitúan a la comunidad gallega un paso más cerca de poder combatirla y controlarla, aportando así mayor seguridad viaria.

En este sentido, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, insistió este martes en la apuesta estatal por hacer de la autovía del Cantábrico una vía segura y abierta totalmente al tráfico gracias a la implementación de las soluciones experimentales de apoyo a la conducción y eliminación de las nieblas en el Alto de O Fiouco.

Y lo hizo en el acto de finalización de la fase de pruebas de los cuatro prototipos de medidas frente a las nieblas que desarrolló durante este verano el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en un tramo anexo al de la vía en la parte más elevada entre Mondoñedo y A Xesta (Abadín).

El delegado explicó que, una vez finalizada esta fase, el Ministerio realizará una evaluación de los resultados, que “según lo que hemos podido ver hoy, son muy prometedores” y analizará su idoneidad para resolver la problemática en O Fiouco para, finalmente, decidir sobre su contratación e instalación final.

Este proyecto, desarrollado por el Ministerio de Transportes, comenzó a finales de 2019, con un importe de 5,64 millones de euros y cofinanciado en un 80 % a través del Programa Innocompra del Ministerio de Ciencia e Innovación, mediante los fondos Feder 2014-2020.

Desde aquel momento, el proyecto ha pasado por diferentes fases. La primera finalizó con la demostración de la viabilidad de las soluciones propuestas, dando lugar a la selección de cuatro prototipos: un sistema de balizamiento lateral de la vía con luz láser; un sistema de señalización horizontal inteligente con tecnología LED proyectada sobre la calzada; un sistema de difusión automático por aspersores de materiales higroscópicos; y un sistema que combina barreras estáticas y barreras dinámicas que emplean dispositivos fluido-mecánicos.

La segunda fase, que acaba de finalizar, se basó en la construcción y experimentación en campo a escala real de los cuatro prototipos, con el objetivo de verificar su correcto funcionamiento en un entorno real y no solo teórico, en las características del tramo de la A-8 entre Mondoñedo y A Xesta.

En relación a los resultados, el delegado del Gobierno avanzó en su visita que “en los próximos meses asistiremos a un salto cualitativo en este tramo, con la combinación de uno o varios de los sistemas técnicos que hemos conocido este martes y con las mejoras de la seguridad vial que ya estamos ejecutando”.