No hay dudas forenses: Desirée murió asfixiada tras defenderse

Presentaba lesiones “evidentes” en cuello y boca originadas por una “presión sostenida” // El pijama de la madre, hallado escondido, tenía sangre de la cría
Lesiones
Ramiro Ponte
ante la audiencia. La única imputada por el crimen de la pequeña Desirée Leal, su progenitora y presunta asesina, Ana Sandamil, habla con su abogado en el interior de una de las salas de la Audiencia Provincial de Lugo. Foto: Eliseo Trigo

Desirée falleció el 3 de mayo de 2019, entre las 4.40 y 8.05. Ese es el intervalo que barajan los forenses encargados de la autopsia de la pequeña. Su única duda precisamente recae sobre la hora exacta de la muerte, producida en esos acotados 205 minutos, pues el resto lo tienen muy claro... La cría de sólo siete años, supuestamente asesinada por su progenitora, Ana Sandamil, murió asfixiada “con algo blando” (como una mano o un antebrazo) tras intentar defenderse de dicho ataque.

Así lo destacaron este viernes los citados expertos, en el seno de la cuarta jornada judicial que trata de esclarecer qué ocurrió aquella noche en el concello de Muimenta (Lugo): unos hechos que podrían llevar a esta madre, única imputada, a ser la primera gallega condenada a la pena máxima (prisión permanente revisable) que solicitan para ella las acusaciones y el fiscal.

La “única causa posible” de su muerte fue la “oclusión de las vías respiratorias” y el “estrangulamiento”, indicaron, en referencia a los signos que apreciaron en el cuerpo. Asimismo, la niña presentaba lesiones “evidentes” en la boca y el cuello causadas por “presión sostenida” sobre ambas partes, y heridas en el interior de los labios que coincidían con la posición de los dientes.

Aunque externamente en el cuello “no había lesiones”, salvo una “contusión bajo la mandíbula”, los músculos sí “estaban lesionados” con un tipo de respuesta que se observa cuando “se comprimen fuertemente”. “Encontramos fibras opacas, que se pueden ver a simple vista, lo que indica que hubo presión y que la persona estaba viva cuando ocurrieron los hechos”, indicaron los expertos forenses.

NO MURIÓ POR INTOXICACIÓN. Por otro lado, la jefa del servicio de química y dos facultativas del Instituto Nacional de Toxicología señalaron que la joven ingirió un fármaco antidepresivo, Trazodona. En esta línea, la pequeña no pudo eliminarlo a través de la orina, puesto que falleció antes del proceso de absorción.

Sobre la cantidad detectada, se hallaron 0,03 miligramos de ese medicamento en su sangre, muy por debajo del valor terapéutico aconsejado en la nota de referencia, que en el caso de adultos está entre 0,7 y 1. Así, su consumo no sería letal para la cría, conforme argumentaba la defensa de Sandamil (que apuntaba a una posible intoxicación medicamentosa accidental).

UNA MEZCLA DE RESTOS ORGÁNICOS DE AMBAS EN LOS QUE SE DETECTA SALIVA. Asimismo, dos guardias civiles que comparecieron este viernes en calidad de peritos señalaron que había sangre de Desirée en la parte inferior del pijama de Sandamil, que ella enrolló y ocultó debajo de la cama en la que había dormido con su hija. Del mismo modo, indicaron que en ese pantalón se encontró, igualmente, una mezcla de restos orgánicos de ambas en los que se detectó saliva.