No todos los precios bajan y la fruta fresca es casi un 15 % más cara en Galicia

El IPC, debido a las caídas en los carburantes, luz y gas, sella en octubre la octava tasa negativa con el -0,7 %
IPC
José Calviño
Vista en primer término de la sección dedicada a frutería en un supermercado gallego. Foto: G.C.

¿Es la vida durante esta maldita pandemia más barata? Pues... depende. Si atendemos a los datos que nos facilitan el Instituto Nacional de Estadística (INE) o su homólogo gallego, el IGE, claramente. El índice de precios de consumo (IPC), aunque subió un 0,8 % en octubre frente a septiembre, encadena en tasa interanual ocho datos consecutivos en negativo. Los precios hoy serían un 0,7 % más bajos que hace un año, más del doble de lo que descendían el mes anterior. Eso es cierto, y en ello influye el impacto del confinamiento perimetral de las principales ciudades y otros concellos, que reducen la demanda de carburantes para el transporte, o las malhadadas restricciones o cierres forzados al sector de la hostelería.

Así, el IPC anual es sobre todo negativo en transporte (-5,2 %), vivienda (-4,8%) y comunicaciones (-4,2 %).

Por el contrario, es positiva en enseñanza (1,3 %), otros bienes y servicios (1,4 %) y, sobre todo, en alimentación (2,8 %). Si entramos ahí es donde nos llevamos las mayores sorpresas: el anterior confinamiento nos llevó a comer más y mejor en casa, y hay productos hoy mucho más caros que hace un año. Como las frutas frescas, que se revalorizaron un 14,7 %, las legumbres y verduras el 5,1 %, la carne de cerdo el 4,7 % y los congelados un 3,9 %. Todo básico en nuestra cesta de la compra.