Normalidad en el comienzo de curso en institutos y un respeto total a las normas

Se incorporaron casi 93.000 alumnos de ESO, Bachillerato y FP // Román Rodríguez pide ayuda a los cuerpos de seguridad
Rosa Ríos
Protestas de los docentes ante la Xunta. Foto: Lavandeira Jr./Efe

Un total de 92.579 estudiantes de las etapas de ESO, Bachillerato y Formación Profesional comenzaron ayer el curso escolar con completa normalidad y siguiendo todas las normas necesarias para luchar contra el covid-19.

El inicio será escalonado, después de que la Consellería de Educación retrasase una semana su apertura. Así, este miércoles volvieron a las aulas los alumnos de 1º y 2º de ESO, los de 1º de Bachillerato, 1º de FP de grado superiores y las enseñanzas básicas para personas adultas, tanto en la modalidad presencial como a distancia. Hoy lo harán los 62.443 estudiantes de 3º de ESO, 2º de Bachillerato y 2º de FP de grado medio y superior. Mañana, viernes, serán los 26.791 restantes de 4º de ESO y todos los cursos de FP Básica, además de los 24.000 de enseñanzas de régimen especial.

Los centros disponían de los protocolos de higiene y medidas de seguridad, como diferentes itinerarios para entrada y salida, geles desinfectantes, horarios distintos y espacios delimitados para recreos, así como el uso de mascarillas obligatorias.

La vuelta a la docencia presencial también estuvo marcada por las asociaciones de madres y padres, que promovieron una campaña en la que pedían a alumnos y profesores que llevasen brazaletes o lazos negros como muestra de su disconformidad ante la situación de los centros, que consideran “indignante”. El presidente de Anpas Galegas, Fernando Lacaci, aseguró que hay centros escolares “de primera, de segunda y de tercera”, dependiendo de algo “tan absurdo” como la “casualidad de los planes de profesorado, las circunstancias aleatorias de su matrícula en este curso o la capacidad negociadora, que consiguen arrancar de la consellería de Educación más o menos profesorado”.

Por otro lado, el conselleiro Román Rodríguez remitió una misiva a la Delegación del Gobierno en Galicia para solicitar el apoyo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y Policía Local para evitar que se produzcan aglomeraciones en los entornos de los centros e institutos y otras acciones que puedan suponer un riesgo para la salud, especialmente en los momentos de entrada y salida.

INCIDENCIA Aunque la tónica fue la normalidad, hubo alguna incidencia como los padres de alumnos de Bachillerato de Portomarín, que protestaron porque no hay transporte para sus hijos, que se tienen que trasladar a Lugo, al IES A Nosa Señora dos Ollos Grandes, con clases que se impartirán por la tarde noche. Al desdoblar los turnos, seis estudiantes entran el lunes a las 18.00 seis de la tarde y salen a las 9.35 de la noche y de martes a viernes entran a las tres y salen a las 9.20 de la noche, “cuando ya no hay ninguna línea de transporte para volver a sus casas”, asegura una madre.

ANPE-SATSE El Sindicato de Enfermería (Satse) junto al de profesores ANPE informaron a la Fiscalía de Menores gallega, de “la situación de grave riesgo que sufren los niños, niñas y jóvenes en los centros educativos gallegos”.