Nuevo paso para que José Luis Abet siga encarcelado de por vida

En el juzgado de Caldas se celebra, casi tres años después de los hechos, la vista preliminar contra el autor del triple crimen de Valga// Unanimidad en las acusaciones: hay que aplicar la máxima pena
LUCÍA PARDOSantiago
TRIPLE CRIMEN. José Luis Abet conducido al juzgado de Caldas en una comparecencias tras su detención. Foto: Efe

Este martes, a partir de las 10 de la mañana, se celebrará en los juzgados de Caldas de Reis el trámite previo que exige la ley del Tribunal del Jurado para poder sentar en el banquillo a José Luis Abet Lafuente, el autor ya confeso del triple crimen de Valga, un horrible hecho que conmocionó a la sociedad gallega.

Ese día se desarrollará la audiencia preliminar en la que el acusado comparecerá por videoconferencia desde el penal de Masilla de las Mulas donde se encuentra ingresado. También lo harán las distintas partes para cerrar el círculo de la investigación judicial y poder elevar las conclusiones a la Audiencia Provincial para que fije la fecha de inicio de la vista que, posiblemente, se desarrolle antes de finalizar el año.

Será justo diecisiete días antes del 16 de septiembre cuando se cumplirán tres años de la fecha en que José Luis Abet completó un macabro plan ideado para acabar con la vida de su exmujer. El frío asesino no solo mató a la madre de sus dos hijos Sandra Boquete, que tenía 39 años cuando ocurrieron los hechos; sino que puso fin a la existencia de su excuñada, Alba Boquete, de 27, y de su exsuegra, María Elena Jamardo, de 59. A estas dos últimas las esperó conocedor de que iban a acudir al antiguo domicilio familiar en ayuda de Sandra. Todo ello con dos testigos inocentes: los hijos de la pareja

Con pocos argumentos cuenta la defensa de José Luis Abet quien ya se declaró autor confeso, sin atisbos de arrepentimiento de los hechos, tanto en sede policial como ante la jueza de Caldas. La posibilidad de agarrarse a trastornos sicológicos la desmontaron los distintos informes forenses que obran en la causa donde se califica al autor de triple crimen de una persona consciente de lo que había hecho y sin remordimientos.

En uno de ellos se reflejaba que “no refiere antecedentes de suicidio ni de salud mental que precisaran atención psicológica o psiquiátrica” mientras que en otro los psicólogos que realizaron su seguimiento en Mansilla de las Mulas reflejaron en una pericial enviada al juzgado de Caldas que “José Luis Abet presenta una evolución favorable consolidada, resonancia emocional y buen estado de ánimo” y tenía “una adaptación favorable a su situación vital”; es decir, que se había integrado completamente ala vida en prisión.

Tanto la jueza de Caldas como la Fiscalía abrieron la puerta a que se le aplique la máxima pena que contempla nuestro ordenamiento jurídico: prisión permanente revisable. El haber asesinado a su exmujer es uno de los supuestos que se contemplan. Y por esa vía de entrada van dirigidos los escritos de las dos acusaciones, la particular que ejerce la familia y la popular que formalizó la Asociación Amigos de Galicia.

Para el abogado que defiende los intereses del padre y marido de las víctimas y los dos hijos de la pareja no hay duda de que se trata de tres delitos de asesinato con alevosía, con el agravante de razones de género, uno de tenencia ilícita de armas y otros dos de lesiones psíquicas graves al haber cometido el crimen en presencia de los dos hijos de corta edad.

El letrado Manuel Martín García reclama la prisión permanente revisable, que se le mantenga retirada de por vida la patria potestad y sendas indemninzaciones de 300.000 euros para cada uno de los dos pequeños que en la actualidad viven con su abuelo y otros familiares.

ACUSACIÓN POPULAR. Más contundente es, si cabe, el abogado de la Fundación Amigos de Galicia, que ejerce la acusación popular. Francisco José Lago Calvo, en sus conclusiones provisionales puso de manifiesto que el acusado “procedió en modo inopinado e indiscriminado y sin que las víctimas pudiesen defenderse, con el manifiesto ánimo de acabar con sus vidas”, por lo tanto los hechos son constitutivos de tres delitos de asesinato. Además se le atribuye otro de tenencia ilícita de armas y dos delitos provocadores, cada uno de ellos, de una grave enfermedad psíquica en los dos hijos de la pareja, que presenciaron los hechos de forma directa.

Por lo tanto requiere una pena de doce años de prisión adicionales por los efectos de la acción sobre sus vástagos y otra de dos años y seis meses por tenencia ilícita de armas y la prohibición de aproximarse a los menores, así como el esposo, padre y abuelo de las víctimas.

La acusación popular también pide en concepto de responsabilidad civil la indemnización a los menores en la cantidad de 500.000 euros a cada uno de ellos, otros 300.000 euros para el marido y padre de las víctimas y 80.000 para el novio de Alba Boquete. También pide el letrado Lago Calvo que se prive a Abet de por vida de la patria potestad de los dos menores.

UNA JORNADA TRÁGICA. Pasaban las 06.00 horas del 16 de septiembre de 2019 cuando José Luis Abet salió de su trabajo en una empresa de aluminio en A Esclavitude-Padrón y en vez de dirigirse al Concello de Ames, donde residía con su madre tras su separación, se encaminó en dirección contraria hacia Cordeiro-Valga, a la que había sido su casa y en la que ahora vivía su exmujer con los dos hijos pequeños que habían tenido. Llegó a las inmediaciones y estuvo merodeando hasta que cerca de las 08.00, cuando Sandra se disponía a salir para llevar a sus hijos al colegio, le impidió el paso al vehículo. La increpó, la insultó y la amenazó. La mujer bajó y los niños permanecían en el interior del automóvil.

El individuo, fuera de sí y sin hacer caso alguno a los ruegos de la madre de sus hijos, vació las ocho balas del revólver que portaba: dos acabaron alojadas en el cuello de Sandra y una en el pecho y las tres eran mortales de necesidad. Acto seguido José Luis permaneció en las inmediaciones mientras que los pequeños huían hacia la casa de un vecino.

No tardó en llegar el coche en el que viajaban su exsuegra y excuñada, que habían sido alertadas telefónicamente por Sandra. Sobre las 8.20 se produjo el encuentro y, sin mediar palabra, realizó ocho disparos que pusieron fin a sus vidas. Aún estuvo un rato esperando la llegada del marido y padre de las víctimas: a todos culpaba de su separación y estaba dispuesto a matarlos.

La aparición de varios vecinos, alertados por los disparos, provocó que se marchara del lugar. Lo hizo huyendo hacia Ponte Maceira donde arrojó a aguas del río Tambre el revólver del calibre 32 largo con capacidad para seis balas y para el que carecía de licencia. Desde allí fue a casa de su madre, en la aldea de O Carballido, y él mismo se entregó a la Guardia Civil.

La muerte de Sandra Boquete era un hecho anunciado ya que el sujeto llevaba tiempo amenazándola aunque muy pocos en su entorno pensaban que pudiera cometer semejante atrocidad. Pero no fue un impulso. José Luis Abet tenía todo perfectamente planificado y había acudido al mercado negro de venta de armas ilegales a Portugal para hacerse con una que, a pesar de ser de pequeño calibre era difícil, muy difícil, que no cumpliera su objetivo: él no quería fallar.

Durante meses José Luis Abet urdió un plan para acabar con la vida de la madre de sus dos hijos y de toda la exfamilia política. Tres de una tacada con un revolver de seis balas que tuvo que recargar dos veces más para cumplir su objetivo.

CRIMEN PLANIFICADO. Abet Lafuente confesó desde el primer momento sin arrepentirse de lo que había hecho. La investigación demostró que todo lo había planificado durante bastante tiempo y que su objetivo era vengarse de su exmujer y del resto de su familia, a la que culpabilizaba de los problemas matrimoniales.

Una de las primeras pruebas que encontraron los investigadores fue en el propio teléfiono del triple asesino. Lo primero que hizo cuando se marchó del lugar fue grabar unos mensajes de wasap que envió a un amigo. Lo que dijo demuestra que lo había hecho a conciencia. “A partir de hoy me voy al calabozo y ya no vuelvo más, pero a esta gente me la he sacado de delante. Ya me cansé de que me pitorrearan”, espetó en el micrófono de su teléfono antes de añadir: “Ya están las tres para enterrar, la madre, ella y la hermana”.

“Ya veo porque matan a las mujeres; piensan que tienen siempre las de ganar y uno también se aburre. Ya está bien de tanta broma. Ella no me contesta y el abogado tampoco, así que tendré que tomar medidas. Esto ya no es broma, tendré que recuperar lo que es mío”, se grabó tras haber asesinado, delante de sus hijos pequeños, a tres mujeres. Eso fue solo el inicio, por su caminar en los meses anteriores fue dejando muestras de que era un hombre con un único objetivo en su convulsa vida.