Ourense prueba la vacuna de ARNm para prevenir las recaídas del cáncer colorectal

Participa en un ensayo clínico promovido por BioNTech que pretende estimular la inmunidad de los pacientes de alto riesgo
Inmunidad
ECG

El coronavirus ha sido la gran lacra de este siglo XXI, y todavía lo es, pues no se ha superado. Pero, si algo bueno ha traído, es el avance de la investigación en el ámbito sanitario, con el desarrollo de vacunas de gran efectividad en tiempo récord. Ahora, ya creadas las que nos ayudarán a terminar con el covid, esta nueva tecnología puede aplicarse también a otras enfermedades.

De este modo, el Servicio de Oncología del área sanitaria de Ourense ya está participando en la fase II del ensayo clínico de la vacuna para prevenir recaídas de cáncer colorectal, desarrollado por BioNTech con la tecnología de ARN mensajero que se empleó, por primera vez, en su vacuna frente al coronavirus.

El objetivo de este innovador estudio en el que están participando pacientes ourensanos es encontrar una terapia inmunológica de precisión, que permita conseguir una vacuna personalizada para cada paciente. En este caso, aquellos en los que tras una prueba altamente específica, biopsia líquida, se determine el riesgo de recaída.

LA QUIMIOTERAPIA NO SIEMPRE ES EFICAZ. El cáncer colorectal, tras ser operado en los dos primeros estados de esta enfermedad, II de alto riesgo y III, recibe quimioterapia para evitar que el tumor recaiga. No obstante, tal y como subrayó la oncóloga del Hospital Universitario de Ourense y responsable del ensayo clínico, Ana Fernández Montes, “en el subgrupo en el que detectamos ADN tumoral circulante en sangre, existe un alto riesgo de que el tumor recaiga a pesar de recibir quimioterapia”.

Además, señala que la quimioterapia no siempre es eficaz en este pequeño subgrupo de pacientes, en los que hasta ahora la única opción es extremar la vigilancia y control, por lo que centran los esfuerzos de investigación. “Una de las vías de investigación de vanguardia en este momento es el diseño de vacunas de ARN, que en este caso vienen de la mano de la empresa BioNTech”, dice la oncóloga.

Los pacientes son seleccionados en función del riesgo de recaída del tumor, que se determina antes de iniciar el tratamiento de quimioterapia mediante una biopsia líquida –para la que solo es necesario una muestra de sangre– que, “de ser positiva, en función de las mutaciones que tenga el tumor en cada paciente, servirá para diseñar una vacuna específica para cada enfermo”, explica Montes.

DESTACADA PARTICIPACIÓN GALLEGA. En estos momentos ya son 14 los pacientes ourensanos que participan en el ensayo clínico, y las previsiones son llegar a 40. En este aspecto, Ana Fernández destaca el compromiso y colaboración de los pacientes de Ourense y agradece su disponibilidad a participar, lo que permite al Servicio de Oncología mantener una intensa actividad investigadora, y convierte al hospital público de Ourense en un potencial candidato a colaborar en proyectos de esta entidad y vanguardia, a la altura de hospitales universitarios e instituciones de toda Europa.

De los trece hospitales que participan en el ensayo en España, tres son gallegos, sumándose al de Ourense los de Santiago de Compostela y A Coruña, que también forman parte del selecto grupo integrado por los prestigiosos Clinic, Val d’Hebron y Santa Creu i San Pau, de Barcelona; los hospitales La Paz, San Carlos y Gregorio Marañón de Madrid; y la Clínica Universitaria de Navarra, el Hospital General de Valencia, el Miguel Servet de Zaragoza o el Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC) de Madrid.

A nivel mundial, el ensayo está en estos momentos también activo en diez centros de Estados Unidos, en cuatro de Bélgica y en once de Alemania, país de origen de BioNTech.

EL RETO DE LAS VACUNAS DE ARN MENSAJERO. BioNTech está dedicada al desarrollo y fabricación de inmunoterapias activas, para lograr un enfoque específico del paciente en el tratamiento de enfermedades graves, por medio del ARN mensajero, para su uso en enfermedades como el cáncer; infecciosas como el coronavirus; en la terapia celular diseñada; o en otras enfermedades raras, a partir del reemplazo de proteínas.

De esta forma, con el avance que supone la técnica de ARN mensajero, se abren un sinfín de nuevas posibilidades de tratamiento, y podría convertirse en una respuesta terapéutica, para tratar o curar numerosas enfermedades existentes u otras nuevas, que hasta ahora no se podía imaginar.