Pensiones, prestaciones por paro y ERTE inyectan 9.400 millones en Galicia

Fue la cuantía sumada a lo largo de 2020, en plena pandemia del coronavirus // Equivalen a un 16 % de todo el PIB anual
ERTE
Santi Riveiro
Vista de ‘La Molinera’, bar en Paramos, Val do Dubra, tras la última reapertura. Foto: S. R.

El pasado ejercicio Galicia sufrió un mordisco en el producto interior bruto (PIB), del que mayoritariamente es responsable la pandemia, cercano al nueve por ciento. De los casi 64.000 millones de euros alcanzados en 2019 se cayó a 58.750 millones, tras restar a precios corrientes y corregidos de estacionalidad y calendario –para que sean más homogéneos– cerca de 5.235 millones. Son casi noventa y tres y medio por semana.

En este contexto, con una destrucción de empleo masiva en ciernes, mecanismos como las prestaciones por paro y la recién articulada fórmula de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) fueron determinantes para evitar males mayores. Sumaron cerca de 1.690 millones de euros, un 80,7 % más que a lo largo de 2019, cuando no llegaron a los 935.

A este colchón se le sumó otro que siempre fue determinante para la comunidad para afrontar cualquier crisis: el de las pensiones. La nómina destinada a ellas subió desde los 7.718,7 millones del último ejercicio sin coronavirus a cerca de 7.892 de 2020. Aunque el repunte porcentual se queda en el 2,2 %, su peso en el PIB se acrecienta mucho más: si las pensiones suponían un equivalente al 12 % del PIB gallego en 2019, el peso porcentual se disparó al 13,4 % el pasado ejercicio.

El impacto entre las dos fórmulas de cobertura en la porción de la tarta que supone la riqueza autonómica, si las añadimos, resulta demoledora, si atendemos a que mientras estas coberturas crecían se reducía la aportación de lo que suponen las rentas de los asalariados.

Así, las prestaciones por desempleo, si se incluyen los ERTE – que pasaron a suponer en mayo, abril o junio del año pasado la mayor parte del desembolso a causa del confinamiento estricto– superaron este año los 9.408 millones de euros, lo que equivaldría al 16 % de todo el PIB anual de Galicia. El prepandémico ejercicio anterior, totalizando 8.653,7 millones, el peso de las prestaciones y de las pensiones, incluidas de forma mayoritaria las de jubilación, bajaba al 13,5 % de la riqueza total de ese año.

Decenas de miles fueron los beneficiarios en la comunidad de las coberturas por desempleo, cientos de miles las pensiones abonadas. Cojamos el mes de diciembre como referencia. En el de 2019 eran 94.323 los gallegos que cobraban la paga por paro –contributiva, subsidio o renta de inserción laboral–, que al cierre del pasado 2020 rozaban los 119.500.

El máximo se tocó en abril del año pasado, con 245.000, con 241.000 un mes después, que bajó a 189.740 en junio, algo más de 150.000 en julio, 127.390 en agosto y los 113.354 de mínimo en septiembre. El pasado mes de enero eran algo más de 119.000, de ellos en torno a 47.000 cubiertos por ERTE.

En cuanto a las pensiones, su revalorización aumentó el desembolso global, aunque son menos las percibidas en diciembre de 2019 que en el mismo mes del pasado ejercicio, pues bajaron de 767.634 a 766.272. Esas son las contributivas por las que se cotizan. A ellas habría que sumar las no contributivas, 38.500 más.