Rotundo rechazo de la patronal eólica a la moratoria de la Xunta

Advierte del bloqueo al sector y a la transición energética y denuncia la inseguridad jurídica
Energía eólica
Redacción
Parque eólico en el Monte do Faro, en el concello de Rodeiro. Foto: Puri Sangiao

Se puede decir, en lenguaje coloquial, que la patronal del sector eólico está de uñas con la Xunta. El detonante ha sido la moratoria sobre la solicitud de nuevos parques que se incluye en la Lei de Acompañamiento a los Presupuestos de 2022. Según se especifica en esa norma, la Xunta no admitirá durante año y medio nuevas solicitudes de parques eólicos, a excepción de “aquellos proyectos que tengan una clara incidencia territorial por su entidad económica y social, posean una función vertebradora y estructurante del territorio y sean declarados como tales por el Consello de la Xunta”.

La Asociación Eólica de Galicia manifestó este lunes su “rotundo rechazo” a la media porque, a su juicio, “bloquea el desarrollo eólico durante 18 meses, crea una enorme inseguridad jurídica y Galicia se quedará al margen de la transición energética”. La entidad, que aglutina a la práctica totalidad del sector, denuncia además que la Xunta utilice para ello un instrumento legal –la ley de acompañamiento– que “limita” la participación.

“La moratoria de año y medio, que debería quedar reducida al mínimo posible, tendría que servir para reflexionar conjuntamente sobre cualquier disposición relevante que pueda repercutir en el sector. ¿Cómo se puede decir que tenemos muchos proyectos en tramitación, si desconocemos cuál es el objetivo de desarrollo que queremos conseguir? El sector está paralizado en Galicia. Si realmente la Xunta desea un desarrollo eólico, se necesitan medidas de reactivación y estímulo”, aseguran desde la asociación eólica.

La EGA cree asimismo que el aplazamiento va en contra de las políticas energéticas europeas y estatales, “resquebrajando –asegura– la unidad de acción con la que las distintas administraciones deberían combatir el principal riesgo al que se enfrenta el planeta, que no es otro que el cambio climático”. Advierte, en este sentido, de que “legislar en contra de los objetivos europeos puede tener consecuencias”.

Tampoco ve claridad la patronal en la normativa aprobada. En su opinión, hay “ambigüedad” a la hora de identificar qué proyectos quedan afectados por la moratoria, y también para determinar si las repotenciaciones deben cumplir o no las nuevas distancias y qué modificaciones tiene caracter sustancial. La nueva normativa autonómica establece, en la práctica, que los nuevos parques habrán de distanciarse un kilómetro de las casas.

contestación. Sobre esta cuestión, la asociación de firmas eólicas recuerda que la gran mayoría de ayuntamientos en Galicia carece de normativa adaptada a la legislación urbanística vigente. Y considera que “por tanto, muchos núcleos de población –aquellos que se ubican en suelos no delimitados– quedarán desprotegidos por el nuevo criterio de distancias”. La EGA ya anticipa que “esto generará contestación social, pues se está enviando un mensaje de que se aumentará la separación de los aerogeneradores, algo que no se producirá”. “Todo redunda en mayor inseguridad jurídica y crispación. ¿Es esto lo que queremos?”, concluye.

Las empresas eólicas sostienen que la Xunta se equivoca con el nuevo criterio de las distancias. “Cinco veces la latura no es la distancia mínima correcta, puesto que no obedece a ningún criterio técnico”, aseguran entre otras cuestiones.

EGA finaliza asegurando que la eólica es “totalmente compatible” con el medio rural y que no hay que incrementar las distancias. “La mejor prueba son los 180 parques existentes que conviven de forma totalmente armoniosa con su entorno”, dice, lamentando el “debate artificial” que se está generado.