La ABAU más atípica comenzó ayer en Galicia para alegría de unos estudiantes que soportaron el aplazamiento de las pruebas y la incertidumbre en estos meses sobre su futuro TEXTO Jorge Garnelo

Selectividad de angustia y mascarillas

Jorge Garnelo
ABAU. Pruebas de selectividad en la Facultad de Económicas de la USC Foto: Fernando Blanco

La Avaliación do Bacherelato para o Acceso á Universidade (ABAU) comenzó ayer en toda Galicia, donde los estudiantes matriculados pusieron fin al estrés que vivieron durante estos últimos meses.

A primera hora ya se podía respirar nervios y tensión en los distintos campus gallegos, donde se repartieron todos los estudiantes que se presentaron a la selectividad en la comunidad autónoma. Allí se celebraron un total de seis exámenes relacionados con las materias de Historia de España, Lengua Castellana y Literatura II, Matemáticas Aplicadas, Fundamentos del Arte, Economía de la Empresa y Diseño.

La provincia de A Coruña contó con 6.621 alumnos matriculados, ocupando la mayor parte el campus de la ciudad herculina (2.982), junto al de Santiago (2.734) y Ferrol (905).

El área de Pontevedra albergó, durante esta primera jornada, a 5.086 estudiantes, divididos conjuntamente entre los campus de Vigo (3.279) y Pontevedra (1.807).

En Lugo se registró a 1.491 colegiales, mientras que en el campus de Ourense fueron 1.347. La suma de todos conforma un total de 14.545 jóvenes que, desde ayer y hasta mañana, decidirán su futuro en Galicia.

Un ejemplo de ellos es Iago Barriuso, de 18 años, estudiante en el IES Rosalía de Castro. El colegial compostelano quiere acceder al doble grado de Biología y Química que oferta, además de la Universidade de Santiago, la de A Coruña en su campus herculino. Su expediente es de diez, la máxima calificación posible de bachillerato, que se transforma en seis de los catorce puntos a los que puede optar para lograr su sueño y entrar en esta carrera.

“Lo peor es que al tener tanto tiempo de estudio al final llegó un punto en el que ya estaba muy saturado”, confiesa Iago con relación al aplazamiento de las pruebas que afectó a todos los colegiales del país. Sin embargo, a él no le perjudicó estudiar en casa, a pesar de que durante el confinamiento hubiese más alboroto, ya que prefiere su habitación a la biblioteca.

Durante la mañana de ayer, Barriuso realizó las primeras pruebas de la ABAU, junto al resto de sus compañeros de instituto, en la Facultad de Medicina de la capital gallega. La primera materia a la que se presentaron fue Historia de España, a las 10.00 horas, tras la presentación de las pruebas y seguida de un breve descanso, para posteriormente continuar con el examen de Lengua Castellana y Literatura II, el cual se inició a las 12.00 horas.

A pesar de que cada prueba tuvo una duración de 90 minutos, para este estudiante no fue suficiente. Barriuso destacó que “el primer examen le salió bien, pero para la segunda prueba le faltó tiempo”, señalando también que el modelo que puso la CIUG como muestra era “muy diferente” al examen de ayer.

Xoana Berenguela, que estudia en el mismo instituto que Iago, coincidió con su compañero en esta cuestión, apuntando que “lo había terminado por los pelos”. Además, la estudiante manifestó que el aplazamiento de los exámenes hizo que “acabase harta, llegando a tener algunas tardes de bajón”.

Con todo esto también coincide Javier Dios, alumno del IES Porto do Son. “Lo que más daño causó a los estudiantes fue la incertidumbre, además del retraso en la prueba, porque nos hizo repasar los cuatro meses solos”, afirmó el estudiante.

A este aluvión de críticas se sumó Sandra Iglesias, alumna del IES Macías O Namorado, señalando que “el último trimestre fue muy difícil”, al no recibir ninguna clase virtual por parte de su colegio.

Tras los dos exámenes celebrados por la mañana, la selectividad se reanudó a las 15.30 horas, celebrándose la prueba de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales al mismo tiempo que la de Fundamentos del Arte II. Finalmente, la primera jornada de selectividad concluyó a las 19.00 horas, después de los exámenes de Economía de Empresa y Diseño celebrados a las 17.30 horas.

Con relación a las medidas de seguridad, cabe destacar que no se produjo ningún incidente reseñable. En este sentido, todos los alumnos entrevistados mantuvieron que se respetó el protocolo, llegando a sentirse un “poco más liberados” cuando se les permitió quitarse la mascarilla para examinarse.