Silencio de SEPI frente a una Alcoa que se ve lista para vender San Cibrao

Crisis industrial del aluminio
José Calviño
Restos de cera de una vela quemada tras una concentración nocturna el año pasado enmarcan la chimenea de la fábrica de Alcoa en San Cibrao. Foto: Efe/Emilio Pérez Vázquez

Alcoa está “preparada” para avanzar en las negociaciones para la venta de la planta de aluminio de San Cibrao, en Cervo (Lugo). En todo caso, sigue a la espera de una “respuesta” sobre la hoja de condiciones generales (term sheet) presentada a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

De ello informan fuentes de la compañía consultadas por Europa Press al término de una nueva reunión de la mesa multilateral, celebrada el lunes. En esta ocasión no estuvieron presentes ni el conselleiro de Economía ni el secretario de Industria, sino que “mandaron a representantes en su nombre”, apunta el comité de empresa.

Ante ellos Alcoa ratificó su disposición a la venta en una operación en la que la SEPI “sería la potencial compradora de la planta de aluminio.

Por su parte, el presidente del comité, José Antonio Zan, ha apuntado que “la cláusula de responsabilidades que está exigiendo Alcoa parece que es un poco más específica que la que había” en el anterior proceso de venta --frustrado-- y por eso “está llevando un poco más de tiempo la respuesta por parte de la SEPI”.

Por otro lado, ha indicado que “hay una cláusula” relativa a la venta a un tercero –Liberty es el grupo que por ahora ha mostrado interés en hacerse con la planta de aluminio de A Mariña– o “directamente” a través de Alcoa, sin la mediación de la SEPI.

A la espera de una respuesta al term sheet que plantea Alcoa, la empresa está trabajando en la due diligence, “el papeleo que hace falta para cuando vengan a visitar la planta”, según explicó Zan.

También, de acuerdo con el representante sindical, Alcoa “está trabajando en la separación” y “ha traído a técnicos a fábrica y han visitado las instalaciones para saber las partes que tienen que dividir”. De forma paralela, “también ha trabajado en la separación de las entidades, porque no va a seguir la misma entidad y tienen que hacer una nueva entidad”.

Al respecto de este extremo, las fuentes de la compañía consultadas por Europa Press exponen que se trata de un trabajo “previo” de “análisis”, para el caso de que la venta salga adelante, y dado que el de San Cibrao es “un complejo industrial enorme” con dos fábricas –la de aluminio y la de alúmina– y “servicios comunes” que se comparten.

El comité de empresa, “ante la falta de información por parte de la SEPI y la necesidad de clarificar dónde están los puntos de desencuentro”, solicitó a la Xunta y al Gobierno de España una reunión “urgente” para que especifiquen “y quede bien claro dónde están los problemas”.

Ministerio y consellería “se han comprometido a darla cuanto antes”, por lo que los representantes de los trabajadores esperan que se pueda desarrollar un nuevo encuentro “esta semana, para saber realmente dónde se está”.

Por su parte, la CIG criticó la “nula transparencia” en las conversaciones para la venta y la “irresponsabilidad” de los gobiernos y de Alcoa, “que siguen jugando con el futuro de los trabajadores” al “no avanzar” en las negociaciones. A través de una nota de prensa, el secretario xeral de la central nacionalista, Paulo Carril, lamentó que “en vez de avanzar se esté aún en una situación de total incertidumbre”.