Sito Miñanco seguirá entre rejas a pesar de quedar libre por su relación con la operación Mito

La jueza María Tardón lo excarcela al cumplirse el máximo de cuatro años en prisión preventiva tras su detención en febrero de 2018 // Prado Bugallo debe completar la parte final de una pena pendiente y otra por blanqueo de capitales
Antonio P. Fidalgo
encarcelado. Sito Miñanco durante el juicio celebrado en Pontevedra. Foto: Salvador Sas

No consta que José Ramón Prado Bugallo, Sito MIñanco, tuviera la suerte de la que gozaron los miembros de los charlines en los sorteos de Lotería Nacional, especialmente el del 22 de diciembre. Es más, al narco cambadés coincidiendo con el último sorteo celebrado, hace veinte días, la jueza María Tardón, titular del juzgado central de Instrucción número 3 le había denegado la petición de libertad provisional que presentó su abogado Jacobo Teijelo Casanova, argumentando que “ha liderado un entramado criminal perfectamente estructurado, que tenía por objeto la introducción de sustancias estupefacientes en España” y considerando que la privación de libertad era una “medida cautelar proporcionada”.

Este martes, la misma magistrada decreta la libertad provisional de José Ramón Prado Bugallo, a instancias del Ministerio Fiscal, al estar a punto de cumplirse el tiempo máximo de cuatro años que estipula la legislación española para la prisión preventiva. Le fija una serie de medidas cautelares que quedan inutilizadas das su situación.

Como quiera que aún no está fijada la fecha del juicio es por lo que se toma una decisión que afecta también a los otros implicados en esta causa que permanecían encarcelados Luis Enrique García Arango, Francisco Valle Parraga, Juan A. Fernández Fernández, Manuel Gonzalez Rubio y Raymond Van Rij.

Todos ellos podrán salir libres mientras que Sito Miñanco continuará en la cárcel de Estremera cumpliendo dos penas pendientes: una la parte final de la sentencia firme de febrero de 2006 a 16 años y 10 meses de cárcel por tráfico de drogas y organización criminal, y otra de 3 años y 9 meses por blanqueo de capitales que le impuso en primera instancia la Audiencia Provincial de Pontevedra y ratificó el Tribunal Supremo.

Precisamente Prado Bugallo se encontraba disfrutando del tercer grado (solo tenía que ir a dormir al establecimiento penitenciario de Algeciras) cuando fue apresado en el transcurso de la denominada operación Mito. Durante dos años, según el escrito de acusación, el cambadés estuvo siendo investigado por efectivos antidroga y se le relacionó con el caso.