Sube la participación en las oposiciones de la Xunta al cuerpo C1
Los nervios, el coronavirus e incluso el solecito que hizo en la comunidad gallega no frenó el interés de las 2.917 personas que este sábado reafirmaron su intención de hacerse con una de las plazas relativas al cuerpo administrativo C1 de la Xunta. En estas oposiciones, cuyas pruebas se desarrollaron de forma simultánea en las instalaciones de la Feira internacional de Silleda, el Pazo de Feiras e Congresos de Lugo y también el Instituto Ferial de Vigo (Ifevi), la asistencia aumentó casi seis puntos más que la registrada en el anterior proceso selectivo de 2016, pasando del 41,8 % al 47,1 % de este año.
Así las cosas, los exámenes se realizaron garantizando el cumplimiento de cada una de las medidas contra el COVID, después de que Sanidade determinase que los mismos sí podrían efectuarse siguiendo una serie de protocolos de actuación para su adecuado desarrollo: siempre con seguridad y, evidentemente, conservando los principios de igualdad, mérito y capacidad.
En este sentido, entre las 28 y 48 horas que transcurrirán una vez los aspirantes hayan finalizado este ejercicio, la Dirección Xeral da Función Pública será quien se encargue de facilitarles sus correspondientes certificados de participación, los cuales se podrán obtener en la página web habilitada (www.xunta.gal/funcion-publica).
CASI 300 PERSONAS PARA CONTROLAR LOS TRES ACTOS. Durante este proceso selectivo, un dispositivo conformado por cerca de 270 personas controló la evolución de los tres eventos organizados en paralelo, con el objetivo de que estos transcurriesen con absoluta normalidad, seguridad y garantías. Precisamente para conseguir tal fin, sendos recintos contaron con la presencia de una ambulancia y hasta un médico, que dispuso la Administración gallega, para atender cualquier hipotético percance que pudiera producirse en las salas.
Asimismo, el protocolo sanitario avalado por las autoridades autonómicas en materia de salud fue aplicado a lo largo del procedimiento. Con razón del mismo, los aspirantes debieron acudir solos (salvo para aquellas excepciones que necesitasen asistencia) al espacio en el que habían sido convocados, justo a la hora indicada (sin antelación) y manteniendo siempre la distancia de seguridad pertinente.
Por otra parte, desde la Dirección Xeral da Función Pública les proporcionaron una mascarilla, que fue obligatoria durante las pruebas. También de forzado cumplimiento fue el empleo de gel desinfectante y los objetos personales de los candidatos debieron ser aquellos imprescindibles, sin poder tampoco compartir material (como bolígrafos).
Del mismo modo, todos los accesos se señalaron de manera clara para agilizar la entrada de los participantes; hubo una ventilación acorde y se abrieron las puertas durante el transcurso de las pruebas selectivas, salvo cuando se escuchase ruido o hubiese distintas corrientes de aire.