Suben bombona de butano, gasolina y es posible que también la luz

Energía
José Calviño
Vista de una gasolinera ‘low cost’ de las que están funcionando en Compostela. Foto: Antonio Hernández

Acumulado de malas noticias en materia energética para los hogares, empresas, negocios y especialmente las granjas en la comunidad gallega. Primero, por la bombona de butano, donde Galicia consumo alrededor del 9 % de todo este gas envasado en España, seis millones y medio de setenta millones de unidades. Desde Facua avisaban de que ésta fuente energética vuelve a subir un 4,9 % en marzo hasta situarse en los 13,96 euros. Con esta nueva revisión, el formato estándar de 12,5 kg, se dispara 65 céntimos por encima del dato de enero, en lo que es el precio más alto desde enero de 2019, cuando costaba 14,58 euros.

El caso es que suma y sigue. La gasolina se encareció esta semana un 1,4 % con respecto a la anterior y encadena su decimoséptima subida consecutiva, tocando así ya máximos desde finales de enero de 2020 y acumulando un alza del 14,8 % desde noviembre. En España el precio medio por litro ascendió a 1,311 euros, su nivel más alto desde la semana del 27 de enero del año pasado, según datos del Boletín Petrolero de la UE recogidos por Europa Press. En Galicia esa cifra se queda pequeña: de media ya supera los 1,34 €.

En cuanto al gasóleo, se mantuvo estable esta semana en el conjunto del Estado tras acumular 16 subidas consecutivas, repitiendo los 1,173 euros el litro. No obstante, continúa en su nivel más elevado desde la segunda semana de marzo del año pasado. En la comunidad gallega, según datos del Geoportal de Hidrocarburos cotiza a 1,22.

Malos tiempos para llenar el depósito, y si atendemos al último comunicado de la CIG, ojo cuando encendamos la luz, el horno, la aspiradora o la lavadora en casa a partir de junio, y ya no digamos si se tiene una explotación agroganadera donde hay que ordeñar decenas de vacas y que, según denuncia UUAA, han visto crecer en lo que va de año un 20 % sus costes de producción, no así lo que perciben por litro de leche, que está estancado.

La CIG señala que las facturas anuales de la luz pueden subir entre un 14 y el 32 % por la nueva regulación del sistema de tarifas que está preparando el Ministerio para la Transición Ecológica. Alegan que la CNMC elaboró un “proxecto de orde pola que se establecen os prezos dos cargos do sistema eléctrico e dos pagos por capacidade que resultan de aplicación a partir do 1 de xuño de 2021”. El sindicato presentó alegaciones solicitando su retirada y reconsiderar los peajes y los cargos para no penalizar, sobre todo, el consumo doméstico y determinadas actividades económicas “con forte implantación no país como son as pequenas explotacións gandeiras, o sector da hostalería ou as pemes”.

En los hogares la nueva distribución en la tarifa 2.0 TD –que pasa a tener dos potencias y tres períodos– afectaría especialmente a los consumidores que actualmente tienen discriminación horaria, especialmente a los que cuentan con acumuladores y termos eléctricos. Éstos podrían subir un estacazo del 14 al 32 % en su factura, al reducirse de 14 a 8 horas la franja horaria más barata. Recuerda la CIG que en Galicia hay más de medio millón de usuarios con la tarifa doméstica “por excelencia”, la 2.0DHA, que relevó a la antigua tarifa nocturna.

En cuanto a las granjas, temen que se vean afectadas más de 10.000, que verían dispararse su recibo energético en más de 800 €, pues consumen más luz a horas que coinciden con los horas punta, más caras, de la tarifa. La CIG calcula que el alza podría superar incluso el 41 % anual. Consideran que el impacto podría ser similar en otras actividades con similar perfil de consumo, como la golpeadísima hostelería por la pandermia. En cuanto a las pymes, las que contratan la tarifa 3.0 TD deberán estudiar de forma pormenorizada su consumo real para adaptar la potencia contratada y poder aclimatarse a cada uno de los seis períodos que se recogen en las nuevas disposiciones, negativas para Galicia a su entender, del Gobierno central.

Desde el sindicato apuntan, además, que el atraso en la actualización del parque de contadores para su integración en la nueva estructura de las tarifas de acceso, impide que los usuarios puedan adaptar sus consumos a los períodos más económicos y aprovechar así las oportunidades creadas por el regulador, desvirtuándose “o espírito da norma de contribuír ao aforro e a eficiencia enerxética no consumo final”.

Indica la CIG en su escrito de alegaciones al Gobierno central que tenga en consideración “os impostos que gravan o consumo de enerxía eléctrica”. Vuelven a reclamar la retirada del impuesto especial de la electricidad, apuntando que se concibió para un fin que “no momento actual, non ten sentido que siga en vigor”. Otra reclamación es que se revise el tipo aplicado en el IVA siguiendo el ejemplo de otros gobiernos de la UE, para así limitar “a forte carga impositiva que sobre o consumo de electricidade existe no Estado español”.