Ternera Gallega se vacunó de la COVID, pero sufrió la crisis de precios cárnicos

Como IGP batió marcas en registro de terneros, canales certificadas y toneladas vendidas // Tras el confinamiento y el golpe por la hostelería, perdieron hasta 0,50 €/kg // Crece un 6 % en kilos comercializados, 1.327.000 extra, y alcanza 126 millones de negocio
Ganado vacuno
José Calviño
El presidente de las IGP de Carne de Vacuno de Galicia, Jesús González, segundo por la derecha, y en el centro, el director de la Axencia Galega de Calidade Alimentaria, José Luís Cabarcos, junto a varios miembros del pleno del cárnico consello regulador. Foto: T.G.

Ante el sector cárnico, como ante tantos otros, se asomaba la tormenta perfecta cuando, en marzo de 2020, la pandemia del coronavirus hacía que todo saltase por los aires. Cerraba la hostelería, uno de sus grandes canales de venta, los hogares se convertían en castillos y las dudas se cernían sobre las explotaciones. Para más inri, otra enfermedad se cernía sobre ellas: la brutal caída de los precios en origen, que llegó a ser de medio euro y de media anual entre 0,25 y 0,30 euros por kilo.

“Esto hace que no podamos sentirnos satisfechos con el año, nos preocupa la situación del sector”, señaló Jesús González Vázquez, presidente del consejo regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia, la fusión de Ternera Gallega y la más joven –pero con animales veteranos– Vaca Gallega/ Buey Gallego.

De no ser así, las cifras facilitadas en un acto con asistencia presencial y por streaming que presidió José Luis Cabarcos, director de la Axencia Galega de Calidade Alimentaria (Agacal) de la Consellería do Medio Rural marcarían un nuevo hito en la historia de la indicación.

Desde el hotel Oca Puerta del Camino, y ante directivos del consejo regulador, representantes del sector y multitud de periodistas –online de toda España y alguno extranjero– se detalló que las granjas en la IGP Ternera Gallega suben en 56 a 8.354, con 138.230 terneros identificados, un 2 % o 2.967 cabezas más. Las canales certificadas rozaron cien mil (99.238) y el volumen de carne con carné TG subió a 22.562 toneladas, un 6 % o 1.327.000 kilos más.

¿La clave? Con la restauración en horas bajas se reforzó la presencia en puntos de distribución, elevando en 125, hasta 1.541, los supermercados, híper y carnicerías donde ofrece su carne a los hogares, que apostaron por la alimentación fresca y de calidad. Se repitieron las 96 industrias inscritas. Pese a los bajos precios del kilogramo de carne, que llegaron a bajar hasta medio euro entre abril y junio, para recuperar algo en julio –aunque siempre por debajo de los datos de 2019–, el valor en primera venta subió a 126 millones, tres más.

Ternera Gallega supone el 56 % de la carne con IGP en el Estado. La mitad de sus ventas las realizó en Galicia, el 47 % en el resto de España y el 3 % restante a un creciente destino, como es Alemania, el vecino Portugal y Andorra.

Se le atragantó más la situación a la IGP Vaca Gallega/Buey Gallego, que estancó su actividad. No en vano, la carne de vacuno mayor resultó muy afectada por el cierre de la restauración y la hostelería, su vía predilecta para llegar a los consumidores. Inscritas hay 1.014 explotaciones (89 más) y 32 industrias, pero se truncó una previsión de crecimiento y apenas se identificaron 2.071 animales (1.820 vacas y 251 bueyes); se comercializaron sólo 443 canales certificadas con 186 toneladas de carne, y el negocio cayó de lo 0,8 millones de 2019 a 0,7 millones de euros.

Jesús González destacó que en esta situación compleja la IGP y el sector productor “mantuvieron su actividad y garantizaron el abastecimiento alimentario de la sociedad”, y avanzó que en el primer trimestre las ventas crecen en un 5 %. Las cotizaciones, en cambio, todavía no.

José Luis Cabarcos, de Agacal, mostró su “orgullo ante esta labor y su convencimiento de que “los precios se irán recuperando según salgamos de esta crisis sanitaria”.