Un cuarto de millón de gallegos, en vilo por los sablazos del IRPF

A los doscientos mil que presentaban la declaración conjunta en posible peligro de extinción se suman decenas de miles de ocupados en ERTE o ingreso mínimo
Fiscalidad
José Calviño
Colas de contribuyentes aguardando ante la Delegación de la AEAT en Compostela durante la fase de declaración presencial de la anterior campaña del IRPF. Foto: autorfo

En plena Campaña de la Renta 2019 todo son sustos para los contribuyentes. El último, atemperado quizá sólo por la cita con las urnas autonómicas de Madrid este martes –que afloren subidas impositivas justo antes de unas elecciones nunca es bueno–, fue que en el documento remitido a la UE para conseguir los fondos europeos, con avances de ajustes, desincentive las declaraciones conjuntas en el IRPF, con intención de acabar eliminando esta vía.

Una fórmula que permitía optimizar a parejas y también familias monoparentales su factura fiscal, facilintándoles ahorros anuales entre los dos mil y tres mil quinientos euros, lo que suponía para las arcas públicas dejar de ingresar cerca de 2.400 millones en cada campaña de la renta.

Un dinero que, de erradicarla de forma paulatina como refleja el documento del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a la UE, representaría un recargo fiscal por la misma cuantía para los dos millones de familias, más de cuatro millones de contribuyentes, que la utilizaban en sus declaraciones. En Galicia en 2019, según datos de la Agencia Tributaria, habían sido algo más de 200.000 los IRPF presentados en conjunto, mientras que esta campaña se aguardaba bajasen el 8 %, a 184.300 presentadas en común.

La duda ahora está en si se podrá seguir acudiendo a esta modalidad a partir de los próximos años. Desde el Gobierno central trasladan la patata caliente ahora al comité de expertos que le asesoran sobre la reforma fiscal, entre los que se encuentran los catedráticos de Economía gallegos Santiago Lago y Xavier Labandeira. Cabe destacar que es algo que viene recetado por otros expertos, desde la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que lo planteaba para mejorar recaudación y también el rol de la mujer en materia de rentas.

Por otra parte, esta es la campaña, también, tanto de los ERTE contra la pandemia como de los perceptores del ingreso mínimo vital (IMV), los segundos obligados a presentar declaración, los primeros en un brutal número de casos por tener dos pagadores, se estima que unos doscientos veinte mil que, en caso de correr solo a cargo de su empresa y no también del Servicio Público de Empleo (SEPE), no tendrían por qué.

Por el ingreso mínimo serían más de once mil perceptores en Galicia y sus convivientes en la familia, mientras por los ERTE la cifra podría escalar hasta treinta mil.

Los gestores administrativos de Galicia alertaban del aluvión de declaraciones que están teniendo con resultado a ingresar, debido en gran medida a estos miles de expedientes de regulación de empleo y por los cobros por cese de actividad que se tramitaron durante el año pasado.

Desde el Colegio que preside Pilar Otero Moar calculan que sobre el 40 % de contribuyentes en ERTE que acuden a sus despachos y les toca pagar al fisco optarán por fraccionar los pagos en seis plazos gracias a la nueva orden de la AEAT. Se pueden acoger las declaraciones individuales y conjuntas abonando las cuotas, un máximo de seis, el día 20 de cada mes, sin que se puedan superar los 30.000 euros adeudados. El clásico fraccionamiento del pago en dos cuotas lo utilizan más del 70 % de contribuyentes a los que le sale el IRPF a ingresar. ¿Otro gran miedo que les consultan? El de las personas con pagos indebidos del SEPE.