Vivió en Santiago una década el constructor de la primera narcolancha sumergible construida en Europa e incautada en Málaga

El cubano Gilberto Morales trabajó con Sito Miñanco durante su estancia en Galicia// Instalado ahora en Marbella solía visitar Compostela con cierta frecuencia
Narcotráfico
Antonio P. Fidalgo
El narcosumergible incautado en un galpón en el lugar de Monda-Málaga

Gilberto Morales, alias el jefe o Fidel, es un ingeniero cubano que fue detenido como presunto constructor de la primera narcolancha semisumergible construida en Europa y que fue localizada en un galpón de un pueblo de Málaga dentro de la operación Ferro, que se saldó con la detención de 49 personas y la incautación de varias toneladas de cocaína, en España y otros países a lo largo de los últimos meses, según informaba este lunes El País. Gilberto Morales llegó desde Cuba a Galicia y se instaló en Santiago de Compostela donde residió durante más de una década hasta que en 2010 decidió trasladarse a Andalucía y ofrecer sus servicios a las bandas de narcos que trafican con hachís en el Estrecho.

Antes de eso, Gilberto ya había sido apresado precisamente al poco de instalarse en la provincia de Málaga junto a otros gallegos. Posteriormente fue el encargado de alquilar en la capita gallega un modesto Seat Toledo en el que se desplazaba José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, durante uno de sus primeros permisos carcelarios. Fue el 4 de mayo de 2017 cuando el capo cambadés fue interceptado en un control rutinario a la altura da praia de Queiruga, en Porto do Son, cuando iba a entrevistarse con el narco ribeirense Francisco Javier Pérez Rivas, que fue apresado posteriormente en Colombia, a instancias de la policía española, acusado de ser el encargado por Miñanco de negociar con los cárteles los envíos de droga a España. De hecho, Gilberto Morales, durante su estancia en Santiago, formaba parte, siempre de acuerdo con informes policiales, de la estructura delictiva de Miñanco.

Hasta su última detención vivía en Marbella donde se convirtió en una especia de ‘armador’ de las organización de traficantes de hachís. Con el semisumergible incautado (que más bien parecía una de las lanchas que se utilizan en la Festa da Dorna de Ribeira para lanzarse al mar desde la dársena) pretendían introducir en España, desde el norte de África, más de dos toneladas de cocaína en cada viaje.